Tegucigalpa (Sábado, 05-04-2014, Gaudium Press) La Conferencia Episcopal de Honduras reiteró, a través de un comunicado publicado en el Semanario Fides, su fuerte rechazo a la iniciativa legal de introducir al país los fármacos abortivos conocidos como «píldora del día después». Los prelados recordaron la inmoralidad del uso del producto y recordaron en su totalidad el documento «No Matáras» en el cual los Obispos fijaron su oposición a la propuesta en 2004. «Para los Obispos hondureños esa posición y los criterios que en ella se expresan no han variado, al contrario, reviven su vigencia», informó el Semanario.
Cardenal Óscar Rodríguez Madariaga, Arzobispo de Tegucigalpa y Presidente de la Conferencia Episcopal de Honduras. Foto: Gustavo Kralj / Gaudium Press. |
El documento con el que hace diez años la Iglesia en Honduras señaló sus graves objeciones en la materia fue firmado por la totalidad de los Obispos y señaló con claridad que este tipo de anticoncepción hormonal, «cuando impide la implantación o anidación del óvulo fecundado es claramente abortiva, ya que elimina directa y voluntariamente la vida de un ser humano recién concebido». La propuesta de 2004 ya había sido objeto de una «gran preocupación» por parte de los prelados.
No se puede ser católico y apoyar el aborto
«El aborto es un crimen abominable que va en contra del quinto mandamiento de la Ley de Dios: ‘NO MATARÁS'», afirmaron los Obispos hondureños en la primera de las consideraciones expuestas en el documento de 2004. Los prelados recordaron que la vida humana comienza desde el momento de la fecundación y que, por tanto, es un sofisma negar la dignidad humana del embrión por encontrarse en una etapa temprana de su desarrollo. Los obispos calificaron la píldora del día después como «claramente abortiva» y recordaron que el aborto es castigado incluso con la pena de excomunión debido a su gravedad.
Los Obispos alertaron con firmeza sobre la prohibición del apoyo de católicos a este tipo de amenazas a la vida: «No se puede ser miembro vivo del Cuerpo de Cristo, que es la Iglesia, si se es cómplice en la promoción y uso de métodos abortivos», enfatizaron. «El que así lo hace, se sitúa en contra del Dios de la Vida y, por consiguiente, se excluye de la comunión del Cuerpo de Cristo. Esto significa la excomunión».Los prelados pidieron a los sacerdotes, agentes de pastoral y fieles a reflexionar y orar sobre la problemática, y trabajar por aclarar las confusiones creadas por los promotores del aborto en el país.
Finalmente, los Obispos recomendaron vincular la defensa de la vida a la vida de devoción mariana expresada de forma especial en el país en la veneración de Nuestra Señora de Supaya, Patrona de Honduras. «Abrigamos la esperanza de que ningún médico o enfermera católicos sea cómplice de esta campaña de destrucción masiva de vidas humanas», concluyó el documento.
Con información de Semanario Fides.
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