Tegucigalpa (Miércoles, 01-07-2009, Gaudium Press) La mayoría de los templos y capillas católicas del antiguo centro de Tegucigalpa, capital de Honduras, ha recibido un gran número de fieles desde que el presidente Manuel Zelaya fue destituido del gobierno del país, el domingo. La información es del diario hondureño La Prensa.
Atendiendo a los pedidos del pueblo de guía espiritual y de apoyo por el recelo de que ‘la paz sea perdida’, el obispo auxiliar de Tegucigalpa, Juan José Pineda, pidió a los católicos que no tengan miedo.
De acuerdo con el obispo, el pueblo hondureño está pasando por un momento conturbado, ‘pero no de muerte’.
«Levanta tu cabeza y mira al horizonte que Dios propone a tu país y nunca tengas miedo. Levanta y sal de esta Iglesia para buscar todo lo que pueda hacer que tu prójimo esté en paz», dijo el obispo.
El presidente Manuel Zelaya fue expulsado del país por militares apoyados por la Justicia y por el Congreso bajo acusaciones de intentar convocar un plebiscito de forma ilegal. Según la oposición, Zelaya pretendía colocar la posibilidad de reelección en una nueva Constitución, elaborada en Asamblea Constituyente que sería convocada si obtuviese apoyo del pueblo.
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