Santiago (Miércoles, 01-07-2009, Gaudium Press) El pasado lunes 30 de junio se desarrolló en los principales puertos y ensenadas del país la celebración en honor a «Don Pedro» (El Apóstol Pedro), patrono de los pescadores y «hombres de mar». Esta festividad que data desde el siglo XVIII, es una hermosa tradición folclórica que reúne cada año a pescadores y sus familias, quienes ruegan al Santo protección y abundante pesca.
En Puerto Montt los fieles se congregaron en torno a la procesión de la imagen, trasladándola desde Angelmó, pasando por el canal de Tenglo hasta el muelle de la ciudad. En ese lugar se realizó la liturgia presidida por Monseñor Cristián Caro, Arzobispo de Puerto Montt. Los presentes rogaron por los pescadores fallecidos y arrogaron ofrendas florales al mar.
En la ciudad de Concepción, Monseñor Pedro Ossandón, Obispo Auxiliar de la Arquidiócesis, presidió la celebración junto a los pescadores artesanales de la ensenada Boca Sur, en la comuna de San Pedro de la Paz. A la Eucaristía asistieron el alcalde de la comuna, representantes de la comunidad, dirigentes pesqueros y pescadores del lugar acompañados de sus familias.
En la homilía, monseñor Ossandón saludó a los presentes, recordándoles que Jesús buscó a sus primeros apóstoles entre pescadores: «Ustedes tienen en San Pedro al primer discípulo de Cristo como su patrono. Que él los cuide junto a sus familias para el sustento diario y poder salir adelante con sus hijos dignamente».
Al término de la Misa se desarrolló la procesión que llegó hasta la desembocadura del río Bío-Bío, donde varias embarcaciones hermosamente adornadas con guirnaldas de colores cargaron la imagen del Santo, mientras los asistentes cantaban y rezaban. Al finalizar el Obispo bendijo a los pescadores, sus lanchas y botes y a sus familias.
Por su parte en la norteña ciudad de Antofagasta, monseñor Pablo Lizama presidió la Eucaristía. En su mensaje, el Obispo llamó a contemplar la figura de Pedro como un hombre que supo descubrir el llamado de Jesús, para llevar una vida que expresara el encuentro con Dios.
Mons. Lizama agregó que era particularmente importante para la Iglesia celebrar junto a «hombres de mar». «La Iglesia como Madre de todos, ofrece especialmente la Eucaristía para que el Señor los siga protegiendo, les dé el don una pesca fructífera, pues en ella se basa el sustento de sus familias», afirmó.
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