Salvador (Jueves, 10-04-2014, Gaudium Press) Colocarse delante del Señor para oírlo, pues la Cuaresma «es tiempo de escucha», es lo que considera fundamental en este período litúrgico el Arzobispo de Salvador, en el estado de Bahía, y Primado del Brasil, Mons. Murilo Krieger, que concedió una entrevista exclusiva a Gaudium Press esta semana.
Arzobispo Mons. Murilo Krieger – Foto: Arquidiócesis de Salvador |
Mons. Krieger afirmó que «la Cuaresma es, para un cristiano, un gran retiro espiritual».
«Es una invitación para oír -dirigida a cada uno- la propuesta que Jesucristo hizo al inicio de su predicación: ‘¡Llegó para vosotros el Reino de Dios! ¡Convertíos y creed en el Evangelio!’ «, expresó.
El Arzobispo cree que «Jesús quiere proponernos no el cambio de algunos comportamientos, sino un revolcón en nuestra vida, un cambio radical», queriendo que nuestra vida tenga foco en Él mismo, «Camino, verdad y vida».
«Escuchar al Señor siempre fue difícil», continuó, pero, el primer mandamiento que Él nos da es justamente el de escucharlo, pues, Dios «nos habla por su Palabra, por la Iglesia, por los acontecimientos, por las necesidades de los hermanos y hermanas y en la consciencia».
«Escuchándolo y confrontando su voluntad con nuestra vida, viviremos una riquísima Cuaresma», aconsejó.
Cuando preguntado sobre cuáles son los proyectos y la programación de la Iglesia de Salvador para sus fieles, Mons. Krieger reveló que la Arquidiócesis «busca hacer para sus fieles lo que toda la Iglesia hace: multiplicar los llamados, hacer invitaciones de renovación y conversión, incentivar la práctica del ayuno y de la abstinencia».
Entre las actividades propias de este tiempo cuaresmal, estuvo la realización de la Caminata Penitencial, que sucede siempre en el tercer domingo de la Cuaresma. En este año, relató el Primado, el evento reunió cerca de 150 mil fieles en un clima de penitencia y oración, durante la caminata de aproximadamente siete kilómetros de la Iglesia de Nuestra Señora de la Concepción de la Playa hasta el Santuario del Señor de Bonfim, siendo esta, «una bellísima demostración de Fe, de amor y penitencia».
Sobre su opinión acerca de los retiros espirituales promovidos por las parroquias y comunidades de Brasil, el prelado analiza la realización de los encuentros como «ocasiones privilegiadas para un enfrentamiento de la persona con la voluntad de Dios», pues muchas de ellas cambiaron y cambian radicalmente de vida al participar de retiros.
El primer año de Pontificado del Papa y la canonización del P. Anchieta
El primer año de Pontificado del Papa Francisco y la canonización de San José de Anchieta también fueron recordados por Mons. Krieger durante la entrevista.
Sobre el primer asunto, el Arzobispo observó:
«Evangelizar es entrar en la vida del otro, para hablarle en un lenguaje comprensible; es dedicarse de forma entusiasta a la causa de Jesucristo», Mons. Krieger – Foto: André Machado |
«Este primer año del Pontificado del Papa Francisco fue una fuerte invitación para buscar la simplicidad y la misión. Si escuchamos sus llamados, tendremos una Iglesia más simple, más dedicada a los pobres y más misionera. Seguramente, es eso que el mundo de hoy más precisa y espera», afirmó.
Ya el segundo, la canonización del «Apóstol de Brasil», el Primado reforzó que la figura de Anchieta pasará a tener mayor destaque después de su reconocimiento por la Iglesia como Santo.
Según Mons. Krieger, en su trabajo evangelizador, San José de Anchieta hacía el uso de métodos considerados actuales, pues, en los días de hoy, «evangelizar es entrar en la vida del otro, para hablarle en un lenguaje comprensible; es dedicarse de forma entusiasta a la causa de Jesucristo»; y «ser creativo, no aceptando el acomodamiento o la repetición de gestos ‘porque todo el mundo lo hace así’ «.
«Anchieta comprueba lo que oí, un día, de un obispo colombiano: ‘¡Ningún santo fracasó en la pastoral!’ «, contó.
Mensaje cuaresmal del Primado de Brasil
Llegando al final de la entrevista, Mons. Krieger dejó un mensaje de esperanza y Fe para aquellos que creen en el tiempo de la Cuaresma como período de conversión, reflexión y oportunidad para la reconciliación con Jesús:
«En la Cuaresma, Jesucristo pasa en sus caminos, mis hermanos y hermanas, invitándolos a seguirlo de cerca, de forma alegre y radical. Recuerden lo que decía San Agustín; ‘¡Yo tengo miedo de Cristo que pasa y no vuelve!’ Aproveche, pues, intensamente, este tiempo de gracia», concluyó.
Gaudium Press / Leandro Massoni Ilhéu
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