Cádiz (Lunes, 14-04-2014, Gaudium Press) Dulcemente recostada sobre su manita derecha y con su mano izquierda sosteniendo el cetro de «Reina Universal de todo lo creado», así es la preciosa imagen de la Inmaculada Niña, que a partir del 1º de mayo peregrinará por la diócesis de Cádiz y Ceuta, en España.
La imagen y tierna representación de la infancia de María, devoción que nació en México, será recibida por los fieles de la diócesis española en la parroquia de San José de Extramuros, donde a partir de las 10:00 de la mañana, hora local, tendrá lugar un acto religioso. En este mismo recinto, a las 20:00 horas, se llevará a cabo una solemne Eucaristía en la que se conmemorará el aniversario de la Aprobación Pontificia de esta devoción mariana.
Inmaculada Niña / Foto: ODISUR. |
El viernes 2 de mayo se celebrará una Santa Misa en honor a la Virgen en su infancia que será retransmitida por Radio María a partir de las 10:00 horas. Luego, a las 19:00 horas, diversos grupos parroquiales participarán de la oración mariana y de una Santa Misa, y a las 21:00, habrá una Vigilia en honor a la Inmaculada.
Los homenajes continuarán el sábado 3, con el Rosario de Aurora, una celebración Eucarística y un Concierto. Ya para el domingo 4, a partir de las 12:00 horas, se celebrará una Solemne Misa Pontifical en la Catedral de Cádiz, y a las 13:30, una procesión con la venerada imagen.
La Inmaculada Niña se despedirá de la diócesis española el lunes 5 de mayo con una solemne Misa.
De México a España
De acuerdo con la tradición, la devoción a la infancia de María tiene sus orígenes en el Convento de la Inmaculada Concepción de San José de Gracia, Ciudad de México, cuando la Madre Magdalena de San José es escogida por Dios para iniciar una muy particular devoción a la «Divina Infantita»-nombre que también recibe esta imagen mariana- en el país latinoamericano.
Según varias narraciones, durante la festividad de los Reyes Magos de 1840 la Madre Magdalena sintió, por inspiración divina, un fuerte deseo en su corazón de que la Virgen María fuese venerada en su más tierna infancia, un anhelo que fue confirmado en dos sueños que tuvo la religiosa y en los que la Madre de Dios le pedía que se le diera culto a su infancia.
Pero este anhelo solo se hizo realidad tiempo después cuando la religiosa, al hallar una imagen de un ángel -que tenía el rostro de la niña María tal como lo había soñado-, pide a la Abadesa de su Convento realizar una escultura de la «Divina Infantita».
Al pasar de los años la imagen llega a España desde México como regalo a Rosario de Arrevillaga de parte de las religiosas concepcionistas, convirtiéndose en una gran difusora de esta devoción. Más adelante, la imagen sirvió de inspiración para el nacimiento de la Congregación de Esclavas de la Inmaculada Niña, comunidad que hoy tiene presencia -además de México y España- en países como Argentina, Brasil, Estados Unidos, Italia, Marruecos, Costa Rica, entre otros.
Con información de ODISUR.
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