sábado, 23 de noviembre de 2024
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Sacerdote que ayudó a los hebreos en la Segunda Guerra será canonizado

Ciudad del Vaticano (Martes, 22-04-2014, Gaudium Press) Cuando murió, una mano desconocida escribió en su lecho: «San Giuseppe Girotti». Mientras tanto los registros del campo de concentración de Dachau, que fue donde falleció, decían rápidamente: «Razones del arresto: ayuda a los hebreos». Sus últimas palabras fueron las del Apocalipsis: ‘Maràna thà’: «Ven Señor Jesús». Se trata del padre dominico Girotti, José Girotti, quien será beatificado el sábado próximo en su ciudad italiana natal Alba.

Como emisario pontificio a la beatificación asistirá el Cardenal Giovanni Coppa, que fue creado Cardenal en 2007 por Benedicto XVI y es también natural de Alba.

El Padre Girotti era un especialista en Biblia. Había realizado estudios bíblicos en la escuela bíblica de Jerusalén del padre Lagrange, y después había obtenido el título de «Prolita en Sacra Scrittura» en Roma, ofrecido por la Pontificia Comisión Bíblica. Esos estudios le permitieron ser docente de Sagrada Escritura en el Studium dominicano de Santa María de las Rosas en Turín, hasta 1939, cuando fue suspendido de la enseñanza por su actitud antifacista. Es entonces trasladado al Convento de San Domingo, y allí le tendieron una trampa que lo llevaría finalmente a prisión, al campo de concentración y a la muerte.

Los hechos se desarrollaron así. El sacerdote dominico se hizo eco del pedido de Pío XII de ayuda a los hebreos perseguidos. Sabedores de eso, y con la ayuda de una traición, la policía nazifacista organiza una llamada, en la que le piden que acompañe a un hijo herido del hebreo Prof. Diena, y lo llevase a la casa de su papá en una colina. Cuando él sale del convento, el 29 de agosto de 1944, lo hace para no regresar más. A Dachau llega el 9 de octubre de ese año.

En el campo de concentración, y ayudado por las muy precarias condiciones allí existentes, es atacado por un cáncer que le ocasiona problemas de vista, dolores reumáticos e inflamación creciente en las piernas. Finalmente fallece el 1 de abril de 1945. Todos recuerdan que dentro del campo de concentración, su compañero inseparable continuaron siendo los estudios bíblicos, matizados por la ayuda a los otros prisioneros.

Con información de Radio Vaticano

 

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