Santiago (Lunes, 28-04-2014, Gaudium Press) Con gran gozo, cientos de fieles llegaron hasta la Catedral Metropolitana de Santiago, para participar este domingo 27 de abril, de la misa de acción de gracias a Dios por la canonización de San Juan XXIII y San Juan Pablo II, nuevos santos de la Iglesia Católica.
En la celebración, que fue presidida por monseñor Cristián Contreras, Obispo Auxiliar de Santiago y electo de Melipilla, participaron también la Embajadora de Polonia, Aleksandra Piatkowska, el Secretario de la Nunciatura Apostólica, monseñor Juan Antonio Cruz y miembros de la comunidad polaca que viven en Chile.
Al inicio de Santa Misa, monseñor Contreras destacó la figura de ambos santos. «Se trata de hombres providenciales que Dios ha suscitado en su Iglesia, ambos vivieron los horrores de la guerra y ambos apostaron por la paz, por la vida, por la promoción humana, la de los pueblos y la colaboración entre las naciones», dijo.
Al término de la celebración, se procedió a la instalación de un una reliquia de Karol Wojtyla en uno de los altares del Templo / Foto: Arzobispado de Santiago. |
En su homilía, el pastor expuso a los presentes algunos elementos comunes a ambos pontífices: «Ciertamente, su profunda vida espiritual, su auténtica adhesión eclesial y el saber enfrentar e iluminar la historia contemporánea universal».
Del llamado Papa Bueno, el obispo valoró su rol en Iglesia ya que «San Juan XXIII es el Papa que quiso la puesta al día de la Iglesia a los tiempos de la post guerra mundial y de los grandes cambios culturales y sociales. Abogó por la paz en la tierra con su elocuente encíclica Pacem in Terris. Su obra magna, sin duda alguna, fue la convocatoria al Concilio Vaticano II, dentro de cuyas joyas está la renovación de la vida litúrgica de la Iglesia».
Sobre San Juan Pablo II, monseñor Contreras señaló que «fue un artesano de la paz. No siempre fue escuchado, porque su poder es moral. Muchas veces sus intervenciones fueron desechadas… Las injusticias, las limpiezas étnicas, las invasiones de un país a otro, las nuevas formas de explotación de la persona humana, son realidades dramáticamente existentes y muchas veces silenciadas».
Reliquia de San Juan Pablo II
Al término de la celebración, se procedió a la instalación de un una reliquia de Karol Wojtyla en uno de los altares del Templo, consistente en una gota de su sangre. El recuerdo fue donado por el Cardenal Stanislaw Dziwisz, Arzobispo de Cracovia y antiguo secretario de San Juan Pablo II, al padre Marek Burzawa, Vicario de la Zona Centro de Santiago, quien también es polaco.
«Yo soy fanático de San Juan Pablo II, siempre me fascinó su persona y tuve la ocasión de estar un par de veces con el Cardenal Dziwisz. En una de ellas y de manera muy espontánea me acerqué a él y le pedí la reliquia para Chile, recordando también su presencia en nuestro país», manifestó en la ocasión el padre Burzawa.
Asimismo, expresó que desde ahora las personas tendrán un lugar físico donde podrán acercarse y orar por su intercesión. «Hoy es un día de fiesta para todo el país que lo recibió en el año 1987. La presencia de San Juan Pablo II se prolonga en Chile a través de esta reliquia», dijo.
Con información del Departamento de Comunicaciones del Arzobispado de Santiago.
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