Londres (Sábado, 03-05-2014, Gaudium Press) La cinta «Faith of Our Fathers» (Fe de Nuestros Padres), que en 2013 reconstruyó la historia de los mártires católicos de Inglaterra, fue lanzada ahora para el mercado norteamericano gracias un convenio de su productora, Saint Anthony Communications con la editorial estadounidense Ignatius Press. «El heroísmo y el testimonio de estos mártires es universal», expresó a CNA Christian Holden, director de la productora. «No es sólo un asunto relacionado con Inglaterra. El gran testimonio de fe y valentía impacta o tiene resonancia con cualquier católico».
Esta fue la motivación de extender el alcance del documental a Estados Unidos, desafiando la idea de que el producto pudiera ser demasiado local al enfocarse en la huella que los mártires católicos dejaron en Inglaterra. Una huella que desafortunadamente las autoridades civiles intentaron borrar a la fuerza tras la separación del rey Enrique VIII de la fe católica.
Más de un siglo de martirio
Según exponen los productores del documental, «cientos de hombres y mujeres valientes sufrieron todo tipo de persecución por aferrarse a la fe católica que había sido parte integral de la vida de la nación durante más de mil años». Las penalidades incluyeron elevadas multas, exclusión social y tiempo en prisión. «Para otros, particularmente sacerdotes o cualquiera que ayudara a un sacerdote, la pena de muerte era el resultado esperado», recordaron en la presentación oficial del audiovisual.
Dos sacerdotes, el P. Marcus Holden y el P. Nicholas Schofield, son los encargados de emprender un viaje por los lugares donde ser registraron las heroicas historias de la fidelidad de los católicos. Las locaciones incluyen monasterios destruidos bajo el reinado de Enrique VIII, un Seminario ubicado donde se encontraba la casa de Santo Tomás Moro (uno de los más conocidos mártires de esa época), Tyburn, lugar donde se realizaban los martirios, y varios hogares donde se preservan lugares y altares escondidos para la práctica de la fe prohibida por el estado.
La edición norteamericana fue editada de forma especial, de manera que algunos pasajes «más pertinentes al público británico» fueron removidos de forma que la duración total pasó de 114 a 95 minutos. El documental incluye entrevistas al Cardenal Vincent Nichols, Arzobispo de Westminster, y a Mons. Terence Brain, Obispo de Salford.
Para uno de los sacerdotes presentadores, P. Holden, la experiencia de producir el documental fue como «una búsqueda personal… Yo buscaba entender algo de mi propio pasado, lo que significa ser inglés y católico», declaró a CNA. El presbítero describió la producción como un viaje, en el cual sentían la compañía de la audiencia. «En ciertos momentos, hablamos muy abiertamente de lo que sentimos en los lugares y nuestra reacción al ver algunos lugares que nunca habíamos visto antes», agregó. «Estoy emocionado de que estas historias se cuenten y es grandioso que estén en los Estados Unidos», concluyó.
Con información de Catholic News Agency.
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