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Ciudad del Vaticano (Martes, 06-05-2014, Gaudium Press) Hoy, en la misa que cotidianamente celebra en la capilla de la Casa Santa Marta, el Papa Francisco analizó el mensaje profundo y las implicaciones del martirio de San Esteban, el Protomártir.
«El martirio de Esteban es una copia del martirio de Jesús», señaló el Pontífice Romano. Tras los pasos de Jesús, el primer mártir de la Iglesia encontró «los celos de los dirigentes», tuvo «falsos testigos» y un «juicio hecho de modo rápido». San Esteban advirtió a sus perseguidores acerca de su oposición al Espíritu de Dios, pero «esta gente no estaba tranquila, no tenía paz en su propio corazón». Por el contrario, poseían un odio que «fue sembrado en su corazón por el diablo», el mismo «odio del demonio contra Cristo».
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| Foto: Radio Vaticano |
Entretanto, en la muerte de este justo se pueden hallar luces, y el cumplimiento de las palabras del Redentor.
«Martirio es la traducción de la palabra griega que también significa testimonio. Y así podemos decir que para un cristiano el camino va por las huellas de este testimonio, por las huellas de Jesús para dar testimonio de Él y, tantas veces, este testimonio termina dando la vida. No se puede entender a un cristiano sin que sea testigo, sin que de testimonio. Nosotros no somos una ‘religión’ de ideas, de pura teología, de cosas bellas, de mandamientos. No, nosotros somos un pueblo que sigue a Jesucristo y da testimonio -pero quiere dar testimonio de Jesucristo- y este testimonio algunas veces llega a dar la vida».
El demonio con su persecución a la comunidad cristiana naciente, fue la ocasión por su vez de la expansión de la Iglesia. Según se lee en los Hechos de los Apóstoles, una vez martirizado San Esteban «estalló una violenta persecución contra la Iglesia de Jerusalén». Los perseguidores «se sentían fuertes y el demonio los impulsaba a hacer esto» y así «los cristianos se dispersaron en la región de Judea, de Samaria». Adonde ellos llegaban daban testimonio del Salvador y de esta manera «comenzó» la «misión de la Iglesia». «Se convertían tantos -dijo el Papa- escuchando a esta gente». De acuerdo a la expresión de Tertuliano «la sangre de los mártires es semilla de cristianos». Con «su testimonio predicaban la fe».
Estos insignes ejemplos tienen también aplicación a nuestra vida de todos los días. «»El testimonio, en la vida cotidiana, con algunas dificultades, y también en la persecución, con la muerte, siempre es fecundo. La Iglesia es fecunda y madre cuando da testimonio de Jesucristo».
San Esteban protomártir es también modelo de rectitud y de entrega a la causa de Jesús, anteponiéndola incluso a la propia vida. «En los momentos difíciles, en que debemos elegir el camino justo, en que debemos decir ‘no’ a tantas cosas que quizá tratan de seducirnos hay una oración al Espíritu Santo, y es Él quien nos hace fuertes para ir por este camino, el del testimonio», explicó el Pontífice.
Con información de Radio Vaticano
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