Frederico Westphalen (Lunes, 12-05-2014,Gaudium Press) «Mis ovejas me conocen» es el título del más reciente artículo de Mons. Antônio Carlos Rossi Keller, Obispo de la Diócesis de Frederico Westphalen, en Río Grande del Sur, Brasil. En la reflexión, él recuerda que el cuarto domingo de Pascua es considerado el «Domingo del Buen Pastor», pues todos los años la Liturgia propone, en este domingo, un trecho del Evangelio de Juan, en que Jesús es presentado como «Buen Pastor».
De acuerdo con el Prelado, el Evangelio presenta a Cristo como el Pastor modelo, que ama de forma gratuita y desinteresada a sus ovejas, hasta ser capaz de dar la vida por ellas. Él resalta que las ovejas saben que pueden confiar en Jesús de forma incondicional, pues él no busca el propio bien, sino el bien de su rebaño. Es como si dijese: «Yo te conozco; yo cuido de ti; yo no te dejaré pasar mal».
«¿Quién puede resistir a tanto amor? Jesús vela de hecho por nosotros, nos protege. Y porque vino para ser el Buen Pastor de los hombres de todos los tiempos, él quiso que su ministerio pastoral fuese prolongado en el tiempo y el espacio y, por eso, escogió a los Apóstoles y les confió el encargo de velar por sus ovejas», completa.
Para Mons. Antônio, hoy, tal vez más que nunca, el mundo precisa de pastores, pues hace falta de ministros de Dios que puedan cuidar con la debida atención el Pueblo de Dios. El obispo cree que en este Día Mundial de Oración por las Vocaciones es preciso poner en práctica el pedido de Jesús: «La cosecha es grande pero los obreros son pocos, pidan al Señor que mande obreros para Su cosecha».
«Así haremos, para que tengamos siempre entre nosotros los circuitos que dan vida a la caridad, los servicios necesarios para un óptimo desempeño de todos los miembros de este cuerpo que es la Iglesia y toda la familia humana. Así haremos, también, para no olvidar que en cada uno de nosotros hay un pedacito de Dios que debe ser acogido y dejado crecer hasta la eternidad».
Es en la familia que nacen las vocaciones
Además, el Obispo enfatiza que rezar por las vocaciones implica también hacer propuestas concretas, y debemos comenzar por la familia que, como dice el Papa, es el vivero natural de las vocaciones. Conforme Mons. Antônio, es en la familia que nacen las vocaciones, y las parejas deben, por eso, tomar consciencia de esta responsabilidad. «La paternidad responsable también pasa por aquí: los esposos, al decidir sobre el número de hijos, han de tener en cuenta, además, el bien de la Iglesia», subraya.
Otra cuestión abordada por el Prelado es que la Iglesia precisa de vocaciones consagradas, y por eso es preciso crear en las familias el ambiente vocacional en el sentido de que el joven venga a descubrir el mejor camino y sea capaz de seguir y de optar por un estilo de vida que está fuera de lo común, pero que no por eso será menos feliz.
«Cuánta honra no sería para la Iglesia y, sobre todo, para Dios que en nuestra parroquia surgiesen vocaciones sacerdotales, religiosas o misioneras, hubiese corazones disponibles y generosos, listos a dedicar toda su vida al servicio de Dios y del prójimo», resalta.
Por último, Mons. Antônio afirma que en este domingo el fiel es invitado a rezar especialmente por las vocaciones, rezar por los innúmeros vocacionados de las Parroquias, niños y jóvenes que piensan en ser sacerdotes, además de rezar por los seminaristas, que ya se están encaminando en la respuesta generosa al llamado del Señor, y por los padres, para que sean fieles al Ministerio ordenado que recibieron de la Iglesia.
«Felicidades también para las madres, que hoy conmemoran su día. Que Dios las bendiga, y las haga felices en sus familias», concluye. (FB)
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