Borno (Lunes, 12-05-2014, Gaudium Press) La grave situación de violencia y persecución de la población cristiana en el norte de Nigeria motiva una fuerte reacción de la opinión pública a causa del reciente secuestro de más de 200 niñas (ver noticia anterior). Sin embargo, la escalada de terror generada por el grupo terrorista radical islámico Boko Haram no se limita a este trágico hecho: según el Obispo de Maiduguri, Mons. Oliver Dashe Doeme, los creyentes de la región padecen otros muchos males y abusos. «Los cristianos vivimos una persecución constante», denunció.
Ilustración compartida a través de redes sociales para pedir oración por las más de 200 niñas cristianas secuestradas por el grupo terrorista Boko Haram. |
«Secuestran a nuestras mujeres, raptan a nuestras hijas, queman nuestras propiedades, incendian nuestras iglesias», relató el prelado al informativo ABC de España, «el terror es lo habitual». Mons. Dashe Doeme es el Obispo de la región de donde los terroristas secuestraron a las niñas amenazadas con ser vendidas y donde un posterior ataque causó cientos de muertes en un mercado, entre quienes también se encontraban decenas de niños.
Según el Obispo, muchos cristianos han dejado la región por la constante amenaza y quienes permanecen lo hacen enfrentando graves peligros. «Para ser cristiano en el estado de Borno uno debe ser valiente», comentó. La convivencia pacífica y la tolerancia a los cristianos comenzó a erosionarse en 2006, cuando el grupo radical Boko Haram empezó a ejercer influencia e intensificar sus ataques, generando para los creyentes una situación que el prelado describió como de «asedio».
La sensación generalizada, expresada por la Iglesia nigeriana recientemente y ratificada por las investigaciones de los medios de comunicación, es que el estado no tiene posibilidades reales de contener al grupo terrorista que se resguarda fuera de las fronteras. Además la negligencia de las autoridades locales entorpece el restablecimiento del orden: «Las autoridades musulmanas de la región no hacen lo suficiente contra la violencia», denunció Mons. Dashe Doeme. «No condenan las acciones armadas y permiten que estas agresiones ocurran de forma habitual».
El Obispo lamentó la persecución por completo injustificada y la posibilidad de desaparición de la presencia cristiana en la región después de más de cinco mil asesinatos desde 2009 a manos de Boko Haram. El prelado hizo un llamado para que se tomen medidas urgentes contra el grupo terrorista y se restablezca la paz y la libertad religiosa.
Con información de ABC.
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