Boston (Martes, 13-05-2014, Gaudium Press) La controvertida «representación» de una «misa negra» satánica en la Universidad de Harvard, Estados Unidos, finalmente fue cancelada por su promotor, el Club de Estudios Culturales de la Escuela de Extensión de la institución educativa. Sin embargo, los actos de desagravio programados por la Arquidiócesis de Boston sí se realizaron e incluyeron Adoración Eucarística en la Capilla del MIT, procesión hasta la iglesia de San Pablo y una Hora Santa a la que asistió la presidente de la universidad, Drew Faust.
La Adoración Eucarística como reparación fue la respuesta de la Arquidiócesis a la fallida organización del acto sacrílego en Harvard. Foto: George Martell/The Pilot Media Group |
Los actos religiosos de la Iglesia Católica contaron con una notable asistencia, expresión de la solidaridad despertada durante la controversia y la intención de reparar espiritualmente el daño que significa la imitación sacrílega de la Eucaristía. La procesión desde la Capilla del MIT fue presidida por el Santísimo Sacramento y culminó en la parroquia de San Pablo, tradicional hogar para la Asociación Católica de Estudiantes de Harvard. Según la Arquidiócesis de Boston, la Hora Santa contó con la participación de unas dos mil personas.
La explicación ofrecida por el club universitario que originó la controversia estuvo relacionada con la incapacidad final de hallar un lugar para realizar el rito. Tras varios intentos de negociación con locales comerciales, se canceló el evento y se retiró el patrocinio del mismo. Los organizadores no se retractaron de su intención. Si bien la presidente de la universidad calificó como «aborrecible» el evento, no intervino para evitar el desarrollo del mismo, insistiendo en la libertad de expresión de los estudiantes.
Un acto maléfico y ofensivo
Unas dos mil personas participaron en la Procesión Solemne y la Hora Santa organizadas por la Arquidiócesis de Boston. Foto: George Martell/The Pilot Media Group |
El Cardenal Sean O’Malley, Arzobispo de Boston, lamentó que el rito no hubiera sido cancelado por parte de la universidad y manifestó a varios reporteros el pasado lunes – cuando aún se pensaba que se realizaría – la difícil situación para la Iglesia Católica: «No tenemos otra forma de prevenirlo más que tratar de explicar a las personas lo malo que es esto», comentó. El purpurado mencionó que una simple consulta al popular portal «Wikipedia» en Internet podía explicar el malestar de los católicos a los no creyentes. La definición que tiene el término «misa negra» es: «un ritual hecho como una parodia sacrílega de la Misa Católica Romana».
Tras una pregunta puntual de un periodista, el Cardenal O’Malley reconoció que el caso de la «misa negra» podría compararse a nivel secular con actos de promoción del racismo o de antisemitismo, que generarían un inmediato rechazo en la opinión pública. Sobre la decisión de la presidente de Harvard de no intervenir, el purpurado señaló que se sentía «decepcionado» por la noticia. «Esperaba que Harvard viera qué tan ofensivo y qué tan maléfico es esto, y al menos les pidiera no realizarlo en su propiedad», concluyó.
Faust dejó la decisión de cancelar el evento en manos de los organizadores, aunque condenó la naturaleza del ritual satánico como «una afrenta fundamental a los valores de la inclusión, la pertenencia y el mutuo respeto que debe definir nuestra comunidad». La presidente lamentó la actitud de los organizadores que insistieron en «una forma de expresión que es flagrantemente irrespetuosa e inflamatoria». Para distanciarse del polémico acontecimiento y aliviar las reacciones frente a su decisión de permitir el desarrollo del evento, Faust asistió a la Hora Santa celebrada por la Arquidiócesis.
Con información de The Boston Pilot, The Harvard Crimson y Agencia Zenit.
Photo credit: George Martell/The Pilot Media Group
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