Ciudad del Vaticano (Martes, 20-05-2014, Gaudium Press) La Paz de Cristo, y no la paz que ofrece el mundo, esa es la que debemos procurar: tal idea resume el mensaje del Papa Francisco hoy en la homilía en la Casa Santa Marta.
Foto: Radio Vaticano |
«¡La paz de Jesús es una Persona, es el Espíritu Santo! El mismo día de su Resurrección, Él viene al Cenáculo y su saludo es: ‘La paz esté con ustedes. Reciban al Espíritu Santo’. Ésta es la paz de Jesús: es una Persona, es un regalo grande. Y cuando el Espíritu Santo está en nuestro corazón, nadie puede arrebatarnos la paz ¡nadie! ¡Es una paz definitiva! ¿Cuál es nuestro trabajo? Custodiar esta paz ¡custodiarla! Es una paz grande, una paz que no es mía, es de otra Persona que me la regala, de otra Persona que está dentro de mi corazón y que me acompaña toda la vida. ¡Me la dio el Señor!», subrayó el Pontífice.
La paz de Jesús no es otra cosa sino la presencia trinitaria que viene con el Bautismo y que se acentúa en la Confirmación. Esta paz se debe recibir como un niño recibe un regalo -sin condiciones con el corazón abierto. Esta paz es la presencia del Espíritu Santo, ‘gran regalo’ de Dios, y quien debemos recurrir en toda circunstancia.
«Si ustedes tienen esta paz del Espíritu, si tienen al Espíritu dentro de ustedes y tienen conciencia de esto, que no se turbe el corazón de ustedes ¡Estén seguros! Pablo nos decía que para entrar en el Reino de los Cielos es necesario pasar por tantas tribulaciones. Pero todos, todos nosotros, tenemos tantas ¡todos! Más pequeñas… más grandes… Pero que no se turbe el corazón de ustedes: y ésa es la paz de Jesús. La presencia del Espíritu hace que nuestro corazón esté en paz. ¡No anestesiado, no! Consciente, en paz: con esa paz que sólo da la presencia de Dios», concluyó.
Con información de News.va
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