Juneau (Martes, 20-05-2014, Gaudium Press) La «joya» de la diócesis de Juneau, en Alaska : así llama el obispo local, Mons. Edward Burns, al Santuario de Santa Teresita del Niño Jesús, quien es a su vez patrona de Alaska.
Cerca de la ciudad de Juneau existe un campo de 46 acres, sembrado de abetos y otras especies de árboles.
El campo es surcado por muchos caminos, en los que los peregrinos pueden gozar de muchas vistas de aguas y de montañas con hielo en sus cimas. Algunos se sienta a reflexionar o a rezar en bancos de piedra que ostentan trechos de las Sagradas Escrituras.
Se siente el agua romper en las costas, los ladridos de los leones marinos, y el aletear de aves acuáticas, pero todo amortiguado por el amplio espacio abierto.
Una estrada de grava solo para caminantes conduce a una pequeña isla donde se ubica el santuario de Santa Teresita del Niño Jesús, que es más bien una capillita, que entretanto «es realmente una bendición para nosotros», en las palabras del obispo Burns.
Ese pequeño paraíso es visitado cada año por miles de fieles. Ellos allí pueden ser testigos del «esplendor de Dios en toda la creación».
Con información del CNS
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