Santuario de Santa Catalina Drexel situado en Bensalem, Pensilvania. |
Redacción (Miércoles, 21-05-2014, Gaudium Press) «Yo alcé mis ojos, maravillada ante la grandeza de la obra de Dios y pensé cuan poco nos imaginamos cual puede ser el resultado de escuchar y actuar a los deseos que Dios pone en nuestro corazón (…) Sí, en el Sagrado Corazón Jesús está contigo, (…) alienta ante Él tus más grandes deseos», solía decir Santa Catalina Drexel, religiosa y fundadora norteamericana, quien es conocida como apóstol de los indios americanos y personas de color.
Al costado derecho de la tumba, está una imagen de la religiosa que dicen sonríe si se le observa con fe. |
Catalina, de corta estatura, pero de gran corazón, nació en Filadelfia, Estados Unidos, el 26 de noviembre 1858, siendo la segunda hija del matrimonio de Francis Anthony y Hannah Drexel. Antes de ingresar a la Vida Religiosa, la joven se dedica al apostolado laico a través del gran misionero de los indios Mons. José Sthephan, con quien conoce los sufrimientos de los nativos americanos, y más adelante las precariedades de los negros del sur y del este de su país. Preocupada por las adversidades de los negros y los indios utiliza la fortuna que heredó de su padre para construir escuelas en las reservaciones, aportándoles alimentación, ropa, muebles y los salarios de los maestros.
Por sugerencia del Obispo O’Connor, Catalina inicia su Vida Religiosa en 1889 con las Hermanas de la Misericordia, pero más tarde, en 1891 funda la Comunidad del Santísimo Sacramento, conformada entonces por 13 religiosas, e inicia un intenso trabajo misionero acogiendo de modo especial a los niños indios y negros, Para ellos crea escuelas de internos en San Miguel, reserva de los Navajos, y en Nuevo México. Al pasar los años más escuelas son abiertas en el este, medio-oeste y áreas rurales y urbanas del sur de los Estados Unidos.
En 1935 Santa Catalina sufre un severo ataque al corazón que la obliga a vivir sus próximos años en retiro y oración. La religiosa muere en fama de santidad el 3 de marzo de 1955. Sus restos se encentran en la capilla de la Casa Madre de su Comunidad, situada en Bensalem, Pensilvania, donde hoy se halla su santuario y el Centro de Misión de la Comunidad de las Hermanas del Santísimo Sacramento.
Tumba y museo de Santa Catalina Drexel. |
Santa Catalina fue canonizada el 1º de octubre del año 2000 por San Juan Pablo II, tras varios años de su proceso de canonización, causa que fue introducida formalmente en 1964 por el Cardenal Juan Krol.
Un lugar para experimentar el milagro de la fe
Ubicado Bristol Pike, Bensalem, el Santuario y Centro Misionero de Santa Catalina Drexel es un paraje donde se experimenta el milagro de la fe. Con hermosos jardines, que en primavera se visten de flores de diversos colores, la casa de la religiosa y misionera norteamericana es visitada cada año por miles de personas que llegan al lugar para orar, pedir la mediación de la santa, o simplemente para conocer su historia y su legado.
En la parte baja de la Capilla de Santa Elizabeth -donde permanece expuesto el Santísimo Sacramento-, se encuentra la tumba de Catalina Drexel donde pueden introducirse mensajes y oraciones pidiendo la mediación de la santa. Al costado derecho de la tumba, está una imagen de la religiosa que muchos dicen sonríe si se le observa con fe y atención. También hay un pequeño museo con objetos de Catalina, como su hábito, su escritorio y sillas, así como algunas curiosidades como sus zapatos -testigos de su intenso trabajo misionero- y sobras de lápices que la santa solía cambiar por nuevos a los niños.
Zaptos de la misionera y santa norteamericana. |
En el lugar igualmente es posible acercarse al Centro Misionero que se dedica a dar a conocer la labor de las Hermanas del Santísimo Sacramento, así como la cultura del negro y el nativo americano.
Gaudium Press / Sonia Trujillo.
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