Lourdes (Miércoles, 21-05-2014, Gaudium Press) El Santuario de Nuestra Señora de Lourdes, Francia, fue la sede de una llamativa peregrinación: del 16 al 18 de mayo los uniformes militares de más de 36 países inundaron el lugar y dieron un carácter especial a las procesiones y demás actos de devoción. En total, más de 12 mil miembros de las distintas Fuerzas Armadas participaron en la Peregrinación Internacional a Lourdes, que llegó en 2014 a su edición número 56. Muchos de ellos fueron heridos durante su deber y padecen discapacidades, por lo cual se acercan a la Santísima Virgen en un lugar en el cual miles de enfermos han hallado salud y consuelo.
El cirio de la Peregrinación de los militares es encendido en la ceremonia de apertura. Foto: Santuario de Lourdes. |
«La paz es preciosa, pero frágil», expresó el Santo Padre Francisco en un mensaje dirigido especialmente a esta peregrinación a través del Secretario de Estado, Cardenal Pietro Parolin. «Los soldados tienen un papel irremplazable en la construcción de la paz cuando se ponen al servicio de la gente al garantizar el orden y restaurar la seguridad». El lema de la Peregrinación para 2014 fue «Servidor de Cristo. Servidor de la Paz», y el Papa lo explicó agradeciendo la entrega de los militares a esta misión: «Servir a Cristo inevitablemente nos lleva a servir a la paz, porque es en Él en quien nos hacemos hermanos y hermanas, capaces de diálogo y paz».
La Peregrinación Militar Internacional a Lourdes fue instituida en 1946 para promover la paz, la reconciliación y la sanación después de la Segunda Guerra Mundial. Los participantes asistieron a un acto de apertura, en el cual se encendió un gran cirio simbólico de la peregrinación y desfilaron las diferentes delegaciones, a una Vigilia de Oración , Eucaristías, Procesión Mariana y la Eucaristía Internacional que marcó la conclusión del encuentro.
Delegación de Estados Unidos en Lourdes, Francia. Foto: Paul Haring / CNS. |
«Es realmente grande para aquellos que vienen con una petición en su corazón, sufriendo de algún modo, y para quienes les ayudan», describió a CNS Carl Anderson, Caballero Supremo de los Caballeros de Colón, organización que apoyó la peregrinación de los militares de Estados Unidos. «No queremos olvidar a quienes han sacrificado tanto y necesitan aún nuestra atención y apoyo: nuestros guerreros heridos». La delegación norteamericana estaba limitada a militares heridos o discapacitados en el servicio activo o separados de las fuerzas armadas de manera honorable.
La primera peregrinación tuvo la participación de un capellán alemán y un prisionero de guerra y a lo largo de los años más soldados y países se sumaron a la iniciativa, que se convirtió en un evento anual oficial en 1958, centenario de las apariciones de la Santísima Virgen a Santa Bernardita.
Con información de Catholic News Service.
Deje su Comentario