Roma (Viernes, 23-05-2014, Gaudium Press) La Iglesia en Myanmar contará desde el próximo sábado 24 de mayo con su primer Beato. Se trata del Siervo de Dios Isidoro Ngei Ko Lat, catequista seglar, quien acompañó al misionero P. Mario Vergara a pedir la liberación de un catequista en medio de la guerra civil, en 1950, circunstancia en la cual fueron apresados y ejecutados. La ceremonia de beatificación de ambos Siervos de Dios se llevará a cabo en Aversa, Italia, Diócesis del próximamente Beato P. Vergara y será presidida por el Cardenal Angelo Amato, Prefecto de la Congregación para las Causas de los Santos.
El Papa Francisco destacó el testimonio de los Siervos de Dios Mario Vergara e Isidoro Ngei Ko Lat. Foto: Gustavo Kralj / Gaudium Press. |
El Papa Francisco destacó el testimonio de los próximos Beatos en la Audiencia General del pasado 21 de mayo, cuando recordó la fecha de la beatificación. «Que su heroica fidelidad a Cristo pueda ser un estímulo y un ejemplo para los misioneros y especialmente los catequistas en tierras de misión que desempeñan una importante e insustituible labor apostólica, por la que toda la Iglesia está agradecida», expresó.
Sobre Isidoro Ngei Ko Lat no existen muchos datos biográficos, pero se sabe con certeza la fecha de su bautismo: el 7 de septiembre de 1918. Su origen era campesino y su familia ya se había convertido al catolicismo. Desde niño acompañaba a los misioneros y se sintió llamado al sacerdocio. Sin embargo, su mala salud le obligó a interrumpir su formación y regresar a vivir con su familia. Sin embargo, debido a su vocación no quiso casarse y en su lugar abrió una escuela gratuita en su pueblo, donde también impartía catequesis.
Años más adelante, en 1948, conoció al P. Mario Vergara, del Pontificio Instituto de Misiones Extranjeras. El sacerdote lo invitó a ir a Shadaw para impartir catequesis y desde entonces Ngei Ko Lat acompañó al sacerdote hasta el momento de su martirio. El misionero italiano, que desde su ordenación partió a Birmania para trabajar entre los más pobres (salvo en un corto receso por motivos de salud), se encontraba trabajando en una zona de alto riesgo a causa de la violencia generada en el país tras la independencia de Inglaterra.
Cuando los dos Siervos de Dios intentaron rescatar a un catequista apresado por rebeldes, fueron también detenidos e interrogados. Por orden del líder rebelde Richmond y a causa del odio a la fe, fueron asesinados el 25 de mayo de 1950 en las orillas del río Salween, tras lo cual sus cuerpos fueron arrojados a las aguas.
Con información de Agencia Fides.
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