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Redacción (Jueves, 29-05-2014, Gaudium Press) Este miércoles 28 de mayo el Papa Emérito Benedicto XVI conmemoró su 37º aniversario de ordenación episcopal, y dentro de poco, el próximo 29 de junio, conmemorará también su 63º aniversario de ordenación sacerdotal.
Aunque los medios de comunicación no han dado a conocer cómo el Pontífice Emérito celebró este acontecimiento, muy probablemente lo hizo con algunos amigos cercanos que lo acompañaron en el Monasterio Mater Ecclesiae, celebrando la Eucaristía, en oración y muy seguramente meditando el Santo Rosario paseando por los jardines vaticanos.
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| Foto: Archivo-Gaudium Press. |
Tampoco se ha dado ninguna información sobre si su Santidad Francisco lo visitó o llamó por teléfono para felicitarlo, como suele hacer en las ocasiones especiales de su predecesor.
Un ministerio sacerdotal en la academia
Tras varios años de estudios en la Escuela superior de Filología y Teología de Freising y en la Universidad de Munich, en Baviera (de 1946 a 1951), Joseph Ratzinger fue ordenado sacerdote el 29 de junio de 1951. Desde entonces entró en el mundo de la academia iniciando su actividad como profesor en la Escuela superior de Freising. Una labor que continuó luego en Bona, Muñiste y en Tubinga, siendo también vicerrector de la Universidad de Ratisbona. Fue gracias a su don de ciencia que el futuro Papa realizó también una intensa actividad sirviendo a la Conferencia Episcopal Alemana y en la Comisión Teológica Internacional.
Un pronto ascenso al servicio de la Iglesia
Fue el 25 de marzo de 1977 cuando el Papa Pablo VI nombra al entonces sacerdote Ratzinger, Arzobispo de Munich y Fresing, quien recibió su Ordenación Episcopal un mes después, el 28 de mayo. En aquella ocasión el futuro Papa se convirtió en el primer sacerdote diocesano en asumir el gobierno pastoral de la gran Arquidiócesis, situación que no había ocurrido desde hace 80 años.
Para entonces el hoy Pontífice Emérito eligió como lema Episcopal «Colaborador de la verdad», porque «en el mundo de hoy el tema de la verdad es acallado casi totalmente; pues se presenta como algo demasiado grande para el hombre y, son embargo, si falta la verdad todo se desmorona», como explicó posteriormente el propio Ratzinger.
Pero, gracias a sus virtudes humanas y académicas, el Obispo muy pronto asciende en su servicio a la Iglesia, al ser nombrado Cardenal durante el consistorio que presidió el Pablo VI el 27 de junio de 1977, otorgándole el título presbiteral de «Nuestra Señora de la Consolación en el Tiburtino».
Con información de Aleteia y Vatican.va.
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