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Nova Friburgo (Jueves, 29-05-2014, Gaudium Press) Dando proseguimiento a las conmemoraciones de mayo, mes dedicado a Nuestra Señora, los Heraldos del Evangelio realizaron, dos concurridos momentos marianos en el último fin de semana: las denominadas «Tardes de Alabanza con María».
Así fueron atendidas las invitaciones de los Padres Jorge Getúlio Moreira y Flávio Vieira Jacques, de las parroquias de Nuestra Señora de la Concepción, en Dos Barras y San Roque, en Nova Friburgo.
Más de mil fieles pudieron participar de ese acontecimiento mariano.
Para iniciar la «Tarde de Alabanza», la imagen peregrina de Nuestra Señora de Fátima fue conducida en caravana hasta los lugares de los eventos en Dos Barras y Nova Friburgo.
Por el camino, fieles devotos de María, manifestaban su alegría por la visita. Y ellos llenaron también las iglesias, donde podía ser notada la acentuada presencia de participantes del Apostolado del Oratorio «María Reina de los Corazones» con sus coordinadores portando los respectivos oratorios.
La programación fue densa y variada, rica en manifestaciones de aprecio, alegría y alabanzas a la Santa Madre de Dios.
Para marcar el inicio del encuentro, en ambas iglesias, hubo una meditación sobre la oración del Santo Rosario que fue ilustrada por una representación teatral alusiva al tema.
Hubo explicaciones y recepción del escapulario de Nuestra Señora del Carmen para todos. Una solemne bendición del Santísimo Sacramento fue oficiada en seguida.
Entremediando las actividades, hubo un concierto musical ofrecido por el coro del sector femenino de los Heraldos del Evangelio y por la orquesta del sector masculino de la misma institución.
Las dos iglesias quedaron todavía más repletas durante la celebración de las Santas Misas que precedieron la Coronación de la Imagen peregrina y la procesión luminosa por las calles centrales de Dos Barras y del barrio de Olaria, en Nova Friburgo, cuando se oía ser entonados, con entusiasmo y altivez, himnos religiosos y la recitación de rosarios y letanías.
Durante todo el encuentro tres sacerdotes de los Heraldos del Evangelio llevaron el conforto espiritual a innúmeros fieles, a través del sacramento de la confesión. (JSG)
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