El celibato sacerdotal es seguir el ejemplo de Jesús, expone Obispo español

Madrid (Miércoles, 04-06-2014, Gaudium Press) Mons. José Ignacio Munilla, Obispo de San Sebastián, España, explicó a los oyentes de Radio María España las verdaderas características del celibato sacerdotal en la Iglesia Católica, que dista mucho de la imagen que comúnmente se promueve en la opinión pública. «El celibato tiene muchas razones de adecuación al mensaje de Jesucristo», expuso el Obispo, quien destacó que la Iglesia no impone esta disciplina, sino que elige a sus sacerdotes entre quienes abrazan libremente este llamado de Dios.

El sacerdocio católico, célibe, busca una mayor identificación con la vida de Cristo. En la imagen, el Patriarca Latino de Jerusalén, Mons. Fouad Twal. Foto: Gustavo Kralj / Gaudium Press.

El prelado recordó durante un espacio de preguntas de los oyentes que «el celibato es una ley eclesiástica y no divina», pero que busca un más perfecto seguimiento de Jesús. «No hay que olvidar que Jesucristo fue célibe. Él vivió su proclamación del Reino desde un corazón célibe», explicó el Obispo.» Sus afectos estaban puestos directamente en el Padre y no a través de un amor, que es legítimo, pero que es una vocación particular: la del matrimonio».

Esta forma de vida es patente en las Sagradas Escrituras, comentó Mons. Munilla, quien citó pasajes del Evangelio describe las renuncias que hace quien busca el Reino de los Cielos. «Esto quiere decir que aplaude la posibilidad de que seamos llamados a dejarlo todo por el Reino. Incluido el matrimonio, la maternidad o la paternidad», expuso. Por este motivo rechazó que la Santa Sede estuviera actuando en contravía al Evangelio. «De hecho, la Iglesia con el paso de los siglos ha ido avanzando a una vivencia del celibato más adecuada a ese ideal que desde un primer momento vivió Jesucristo».

Interpretaciones contrarias están comúnmente basadas en textos leídos fuera de contexto o no comprendidos de manera integral, agregó. «Él (Jesús) desde un primer momento fue célibe. Y alabó la posibilidad de ser célibes. No se la pidió obligatoriamente a los apóstoles, pero la alabó», afirmó el Obispo. «La Iglesia latina no obliga o impone el celibato a quienes eligen el sacerdocio. No se impone el celibato a nadie. Sería más justo decir que la iglesia elige a los sacerdotes entre los que sienten el don a ser célibes», concluyó.

Con información de ACI.