Mons. Milton Tróccoli / Foto: Seminario Mayor Cristo Rey. |
Montevideo (Miércoles, 04-06-2014, Gaudium Press) Con el lema «Vayan sin miedo para servir. Hacia una sensibilidad vocacional», la Iglesia en Uruguay, en unión con la 51º Jornada Mundial de Oración por las Vocaciones del pasado 11 de mayo, celebra durante junio el Mes Vocacional. Una ocasión para «orar, reflexionar, y poner en práctica la tarea de animación que es propia de toda la comunidad eclesial», tal como ha señalado Mons. Milton Tróccoli, Obispo Auxiliar de Montevideo y Responsable por el Departamento de Vocaciones y Ministerios Ordenados de la Conferencia Episcopal Uruguaya (CEU), en un mensaje que dirigió a la comunidad católica del país austral con ocasión del mes dedicado a las vocaciones.
El prelado también recuerda en su misiva que «Dios es el eterno llamante», quien llama «cada mañana de un modo personal y comunitario para continuar con su obra», y hace eco de algunas palabras del Papa Francisco quien dice que toda vocación exige un éxodo para salir de sí mismos y centrar la vida en Jesucristo: «Tanto en la vida conyugal, como en las formas de consagración religiosa y en la vida sacerdotal, es necesario superar los modos de pensar y de actuar no concordes con la voluntad de Dios. Es un éxodo que nos conduce a un camino de adoración al Señor y de servicio a él en los hermanos y hermanas».
Es por ello que Mons. Tróccoli exhorta también para que las parroquias, colegios y comunidades de Uruguay vivan «con intensidad este mes vocacional», y comuniquen «la buena noticia de la vocación».
«Nos alegra constatar que cada año va creciendo el número de comunidades que oran y reflexionan, junto con sus pastores, sobre la realidad del llamado y la importancia de la vocación. Igualmente crece el número de iniciativas, con gran creatividad pastoral, para prolongar durante el año las actividades del mes vocacional», continúa el prelado en su mensaje.
Del mismo modo invita para que se tome conciencia que la reflexión sobre la vocación no debe dejarse sólo para los momentos de escasez, «sino que toda nuestra pastoral debe estar impregnada de la clave vocacional, para ayudar a cada creyente a escuchar y responder al llamado que el Señor le hace en su vida».
Con información de la CEU.
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