Budapest (Miércoles, 11-06-2014, Gaudium Press) La Conferencia de Obispos Católicos de Hungría celebró el décimo aniversario de la Radio Católica Húngara, creada por los prelados para apoyar el apostolado de la Iglesia en ese país. Fundada en la significativa fiesta de Pentecostés, la emisora está llamada a dar testimonio de Cristo, según recordó el Cardenal Peter Erdo, Arzobispo de Esztergom-Budapest, quien presidió una solemne Eucaristía por el aniversario. «‘Vosotros sois la sal de la tierra’. Una responsabilidad terrible para esta frase», afirmó. «No debemos asimilar acríticamente el mundo, debido a que la sal perdería su sabor».
La solemne Eucaristía presidida por el Card. Peter Erdo fue el centro de la celebración de la Radio Católica Húngara. Fotos: Magyar Kurir. |
El purpurado señaló que «la radio católica está en nuestro corazón y es muy importante para nosotros» y que constituye una plataforma de gran utilidad para brindar «la guía del Espíritu, que es realmente importante en la vida, y la fuerza para seguir la palabra de Dios», sobre todo en momentos de tribulación.
La imagen de la sal en el Evangelio representa la sabiduría de Dios y los cristianos deben compartirla en el mundo para configurarlo según Dios. Esta sal también preserva al mundo de la corrupción, y la radio católica cumple esta «grande e importante tarea» en la cultura y la sociedad.
El Obispo de Székesfehérvár y Director General de la Radio Católica de Hungría, Mons. Spanyi Antal, agradeció a los Obispos la creación de la emisora y el hecho de que hubiese sido puesta al aire en Pentecostés. Para el prelado, la radio busca «preparar el corazón para recibir la Buena Nueva» de forma que pre evangeliza la sociedad que se ha alejado progresivamente de Dios. Tanto el Cardenal Erdo como Mons. Antal oraron por los operarios, profesionales y colaboradores de la emisora, al igual que por los oyentes, quienes contribuyen en esta labor.
La Eucaristía fue precedida por un corto concierto con un repertorio de Bach, Schubert y César Franck. El Coro Vox Mirabilis y la Laszlo Varga Chamber Orchestra acompañaron la liturgia.
Con información de Magyar Kurir.
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