Madrid (Jueves, 12-06-2014, Gaudium Press) El próximo 6 de julio, con ocasión de la festividad de San Cristóbal, patrono de los conductores, se celebrará en España la Jornada de Responsabilidad en el Tráfico, evento que ocurre con el objeto de llamar la atención sobre el compromiso que existe frente a la vida de los demás a la hora de conducir y para reflexionar sobre la labor de quienes día tras día trabajan al volante. «Jesús se acercó y se puso a caminar con ellos», es el lema de la jornada.
Con motivo del evento, la Comisión Episcopal de Migraciones de la Conferencia Episcopal Española, desde el Departamento de la Pastoral de la Carretera, ha dirigido un mensaje a los camioneros, taxistas, conductores de autobuses, ambulancias, bomberos, policía de tráfico y demás personas que ejercen su labor conduciendo.
«Os invitamos a veros reflejados en este episodio del camino de Emaús. Todos pasamos parte de la vida en el camino; vosotros, más en la carretera. Como los de Emaús, es su camino de ida, podemos pasar por momentos de desánimo, de tristeza, de honda preocupación, de falta de esperanza de huida; o de mal humor. En ese camino otros nos alcanzan o los alcanzamos, o nos cruzamos con otros que van o vienen. Es interesante preguntarnos cómo los vemos y cómo los tratamos», reflexionan los miembros de la Comisión al hacer referencia al pasaje evangélico del camino de Emaús, cuando Jesús acompaña a los discípulos la tarde misma del primer día de Pascua, episodio que justamente inspira el tema de la jornada.
Sobre lo cual continúan: «Hacer el camino con Jesús nos lleva a aceptar a los otros como hermanos. Por eso, cuando nos ponemos al volante, debemos respetar a los demás conductores y tratar a los demás como yo quiero que me respeten y traten. Mejor aún, como el Señor me trata a mí. No puedo olvidar las normas de cortesía, y menos la caridad para con el prójimo, solo porque voy al volante».
En otro momento del mensaje, recuerdan que todos «estamos obligados a hacer un buen uso de la carretera y cumplir las normas de circulación. Su incumplimiento conlleva una sanción. Pero puede tener también consecuencias morales, a veces graves, cuando, sin razones proporcionadas, se ha obrado de manera que se ha seguido daño a otras personas o bienes».
De esta manera, la Comisión Episcopal llama a los fieles, especialmente a los conductores, para que se dejen «acompañar por el Señor como amigo y maestro», y les manifiestan su cercanía: «os tenemos muy presentes en nuestra oración y os encomendamos a la protección de la santísima Virgen María, tan cercana y familiar en las diversas advocaciones de vuestro lugar de origen, de destino o residencia, y a San Cristóbal».
Con información de la Conferencia Episcopal Española.
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