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Ciudad del Vaticano (Miércoles, 18-06-2014, Gaudium Press) En la Misa en la Casa Santa Marta celebrada este martes 17, el Santo Padre dijo que «el corrupto irrita a Dios y hace al pueblo pecar». Esa afirmación fue hecha cuando él recordaba el martirio de Nabot, narrado en el primer Libro de los Reyes.
El Papa aprovechó para reiterar que «para los corruptos, existe solo una salida: pedir perdón para no ser maldecidos por Dios».
El corrupto, según él, irrita a Dios y hace pecar al pueblo, pues Jesús nos dice: aquel que «hace escándalo es mejor que se tire al mar», y el corrupto, «escandaliza la sociedad y el pueblo de Dios».
El Pontífice resaltó, con todo, que el Señor perdona, pero perdona cuando los corruptos hacen lo que Zaqueo hizo: «¡Yo robé, Señor! ¡Voy a dar cuatro veces lo que yo robé!»
«Como cristianos, nuestro deber es pedir perdón por ellos y que el Señor les conceda la gracia de arrepentirse, que ellos no mueran con el corazón corrupto».
Al final de su homilía, el Santo Padre advirtió que debemos pedir la gracia para no tornarnos corruptos, así como rezar por la conversión de aquellos que se encuentran corruptos. (LMI)
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