Baltimore (Miércoles, 25-07-2014, Gaudium Press) La libertad religiosa, «nuestra más valorada libertad» en palabras de los Obispos del país, es el centro de la reflexión de la Iglesia en Estados Unidos durante la Quincena por la Libertad que comenzó el pasado 21 de junio y concluirá el próximo 04 de julio, día de la independencia de ese país norteamericano. El Arzobispo de Baltimore, Mons William Lori, fue el encargado de presidir la Eucaristía inaugural de esta iniciativa en la Basílica de la Asunción de la Santísima Virgen en Baltimore, la Catedral más antigua de la nación.
La libertad religiosa no se reduce al culto, sino que debe abarcar el testimonio y el servicio caritativo, explico Mons. William Lori. Foto: The Catholic Review. |
La fe cristiana está unida al servicio
En su predicación, Mons. Lori destacó la gran importancia de la libertad religiosa, «no sólo para rendir culto sin temor, sino de hecho para servir a los otros y al bien común en amor y verdad, en alegría y libertad». Este énfasis en el servicio, tema central de la tercera Quincena por la Libertad, refleja la preocupación de la Iglesia por las restricciones legales impuestas por varias normas que afectan directamente a un gran número de instituciones católicas responsables de la atención a los más necesitados y los enfermos, la educación y, en general, el aporte de los católicos en la vida social y económica del país.
El lema «Libertad para Servir», que anima la Quincena por la Libertad 2014, fue explicado por Mons. Lori en su predicación en relación con la Eucaristía. Este sacramento es «el sacramento de la caridad, el don que Jesús hace de Sí mismo» y que «busca cambiarnos, transformarnos interiormente». Es precisamente la presencia real de Cristo la que «abre nuestras mentes, nuestros corazones y nuestros ojos a la dignidad del pobre y el vulnerable», explicó el Arzobispo.
La Iglesia en Estados Unidos se une durante quince días para orar, reflexionar y actuar en defensa de la libertad religiosa. Foto: The Catholic Review. |
De esta forma, la acción de la Iglesia no se limita al culto divino, sino que lo expresa en su trabajo y su testimonio en todas las dimensiones de la vida. «Al entrar en la dinámica de Cristo, del amor que se da a sí mismo, estamos obligados también a trabajar por una sociedad justa y amorosa, donde la dignidad de cada vida humana sea respetada desde el momento de la concepción hasta la muerte natural y en todos los estados entre una y otra», exhortó el prelado.
Libertad religiosa bajo amenaza
Este testimonio es el que corre peligro en la actualidad. «En muchas partes del mundo, las personas están muriendo por la fe que poseen», denunció Mons. Lori. «Aquí en Estados Unidos, los desafíos a la libertad religiosa son más sutiles. Son menos fáciles de ver, pero son muy reales». El prelado alertó que «el gobierno se está insertando en todos los niveles de la vida interna» de la Iglesia, «diciendo que los lugares de culto son completamente religiosos mientras que las escuelas religiosas y las caridades que sirven al bien común lo son menos y que por este motivo merecen menos protección de su libertad religiosa». Esa actitud pone en riesgo la capacidad de la Iglesia de continuar sirviendo como se lo exige su fe.
El motivo principal que dio origen a la iniciativa fue la promulgación del llamado «mandato antinatalista», una norma que impone la financiación de fármacos abortivos, esterilización y anticonceptivos a los empleadores. Tras la clara objeción de la Iglesia Católica, el gobierno estadounidense diseñó un estrecho margen de excepciones que cobijan la Iglesia en cuanto institución religiosa (diócesis, parroquias, comunidades) pero que dejan desprotegidos a todas las instituciones de servicio (salud, caridad, educación, entre otros) y a los laicos propietarios de negocios con ánimo de lucro. Otras normas recientes también afectan la acción social y caritativa de la Iglesia a causa de su doctrina en contra del aborto y la anticoncepción, o su relación caritativa con los migrantes.
El Arzobispo reclamó para la Iglesia la «libertad para servir» que inspira la Quincena por la Libertad y pidió a las autoridades ver a los pobres, los enfermos y demás personas vulnerables que se benefician de la acción de la Iglesia con una mirada humana, «no sólo como estadísticas, sino como personas hechas a imagen de Dios, llamadas a disfrutar de la amistad de Dios».
Con información de National Catholic Register y The Catholic Review.
Deje su Comentario