Redacción (Miércoles, 25-06-2014, Gaudium Press) Sobre la tergiversación que se dio con la palabra prudencia, explica muy bien LAUAND: «Fue lo que sucedió, entre otras, con las palabras ‘prudente’ y ‘prudencia’. Afectada a lo largo de los siglos por el subjetivismo metafórico y el gusto del eufemismo, ‘prudencia’ ya no designa una gran virtud, sino la conocida cautela (un tanto oportunista, ambigua y egoísta) al tomar (o al no tomar) decisiones».
«Si hoy la palabra prudencia se tornó aquella egoísta cautela de la decisión, en Tomás, al contrario, ‘prudentia’ expresa exactamente lo opuesto: es el arte de decidir correctamente. (…) Es ese conocimiento del ser que es significado por la palabra ‘ratio’ en la definición de prudentia: recta ratio agibilium, ‘recta razón aplicada al actuar’.
La Prudencia, de Juan de Solís – Museo de Artes de Sevilla |
» ‘Prudentia’ es ver la realidad y, con base en ella, tomar la decisión correcta. Por eso, como repite Tomás, no hay ninguna virtud moral sin la ‘prudentia’, y más: ‘sin la ‘prudentia’, las demás virtudes, cuanto mayores fuesen, más daño causarían’ (In III Sent. d. 33, q. 2, a 5, sc 3). Con las alteraciones semánticas, sin embargo, se tornó intraducible, para el hombre de nuestro tiempo, una sentencia de Tomás como: ‘la ‘prudentia’ es necesariamente corajuda y justa (I-II, 65, 1).'» (2005, pp. 7-10)
Otro ejemplo de esta deformación es lo que constatamos cuando, al querer una definición rápida segura y correcta, para una determinada palabra, nada hay de mejor que buscar en un diccionario su significado. Entretanto, lo que encontramos no siempre condice con la realidad… En el uso corriente – conforme el DICCIONARIO AURELIO [9] – si buscamos la definición de prudencia y de prudente encontramos:
«PRUDENCIA: [Del lat. Prudentia.] S. F. 1 Cualidad de quien actúa con moderación, comedimiento, buscando evitar todo lo que cree ser fuente de error o de daño. 2 Cautela, precaución: Dirige el auto con mucha prudencia. 3 Circunspección ponderación, cordura, sensatez: Leyó los actos con toda la prudencia».
«PRUDENTE: [Del lat. Prudente.] 1 Que tiene o revela prudencia: moderado, comedido. 2 Cauteloso, previdente, precavido. 3 Circunspecto, sensato; juicioso, cordato, ponderado.
Por tanto vemos que cuando esta definición nos dice: «Cualidad de quien actúa con moderación, comedimiento (…)», ello contrasta con la noción tomista, que según nos dice LAUAND es «el arte de decidir correctamente (…). ‘Prudentia’ es ver la realidad y, con base en ella, tomar la decisión correcta». No es por tanto un mero actuar con moderación o comedimiento, sino es al ver la realidad -sin comedimiento, o moderación- decidir correctamente. Estando delante de una situación peligrosa, por ejemplo, no nos cabe, para actuar prudentemente, ser moderado o comedido, sino enfrentarla, asumir sus riesgos, analizarla casi que fríamente, ponderar todo, sus pros y contras para tomar la decisión acertada.
El verdadero sentido cristiano de esta virtud nos es muy bellamente explicado por el Prof. Plinio Corrêa de Oliveira, que deja trasparecer en un trecho de un Viacrucis Sacra, por él compuesto, un bellísimo canto de amor a Nuestro Señor Jesucristo con la Cruz a cuestas. Y con este cántico concluimos este artículo, recordando lo que dijo cierta vez un autor francés: «la inteligencia solo sabe hablar, es el amor quien canta.» [10]
Hay misterios que vuestro Santo Evangelio no narra. Y entre ellos me gustaría saber si me engaño al suponer que esa vuestra tercera caída fue hecha, mi Señor, para expiar y salvar las almas de los prudentes.
La prudencia es la virtud por la cual escogemos los medios adecuados para obtener el fin que tenemos en vista. Así, los grandes actos de heroísmo pueden ser tan prudentes cuanto los retrocesos estratégicos. Si el fin es vencer, en noventa por ciento de los casos es más prudente avanzar que retroceder. No es otra la virtud evangélica de la prudencia.
Entretanto… se entiende que la prudencia es solo el arte de retroceder. Y, así, el retroceder sistemático y metódico pasó a ser la única actitud reconocida como prudente por muchos de vuestros amigos Señor.
Y por esto se retrocede mucho… ¿La realización de una gran obra para vuestra gloria está muy penosa? Se retrocede por prudencia. ¿La santificación está muy dura? ¿Escalar en la virtud multiplica las luchas en vez de aquietarlas? Se retrocede para los pantanos de la mediocridad, para evitar, por prudencia, grandes catástrofes. ¿La salud periclita? Se abandona, por prudencia, todo o casi todo apostolado, se hace mediocre la vida interior, y se transforma el reposo en el supremo ideal de la vida, porque la vida fue hecha, antes que nada para ser larga. Vivir mucho pasa a ser el ideal, en vez de vivir bien. El elogio ya no sería como el de la Escritura: ‘En una corta vida recorrió una larga carrera’ (Sab. IV, 13). Sería al contrario, ‘tuvo larga vida, para lo que tuvo la sabiduría de renunciar a hacer una gran carrera en las vías del apostolado y de la virtud’. Vidas largas, obras pequeñas.
¿Y vuestra prudencia como fue, oh Modelo divino de todas las virtudes? ¿Cuántos amigos tenéis, que os aconsejarían a renunciar cuando caísteis por primera vez? A la segunda vez serían legión. Y viéndolos caer por la tercera, ¡cuántos no os abandonarían escandalizados, creyendo que eréis temerario, falto de buen sentido común, que queréis violar los manifiestos designios de Dios!
Que ese paso de Vuestra Pasión nos dé gracias, Señor, para ser de una invencible constancia en el bien, conociendo perfectamente el camino del verdadero heroísmo, que puede llegar a sus límites más extremos y más sublimes sin jamás confundirse con una vil y presuntuosa temeridad». (PRECES PRO OPPORTUNITATE DICENDAE, 1997, p. 229-231)
Por el P. Michel Six, EP
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[9] FERREIRA, 1999, p.1658.
[10] L’intelligence ne fait que parler, c’est l’amour qui chante.
BIBLIOGRAFÍA
-AQUINO, Tomás de. A prudência, a virtude da decisão certa. Trad., introd., e notas: Jean Lauand. São Paulo: Martins Fontes, 2005.
-BARBIER, Abbé. Les Trésors de Cornelius a Lapide – extraits de ses commentaires sur l’Écriture Sainte à l’usage des prédicateurs des Communautés et des familles chrétiennes. Vol. I. 5ª ed. Paris: Librairie Poussielgue Frères, 1885.
-FERREIRA, Aurélio Buarque de Holanda. Novo Aurélio século XXI: o dicionário da língua portuguesa. 3ª ed. Rio de Janeiro: Nova Fronteira, 1999.
-MARMION, Columba, Dom. Le Christ vie de l’âme – conférences spirituelles. Montréal : Librairie Granger Frères, 1946.
-ROYO MARÍN, P. Antonio. Teologia de la perfeccion Cristiana. Madrid: B.A.C., 1954.
-TANQUEREY, Ad. Compêndio de teologia ascética e mística. 6ª ed.Trad.: P. Dr. João Ferreira Fontes. Porto: Livraria Apostolado da Imprensa, 1961
-VV. AA., Initiation Théologique. Vol. III. Paris: Éditions du Cerf, 1952.
-VV.AA. PRECES PRO OPPORTUNITATE DICENDÆ. São Paulo: Editora Retornarei, 1997.
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