Santiago (Martes, 01-07-2014, Gaudium Press) Como es tradición cada 29 de junio, cientos de fieles repletaron los escaños de la Catedral Metropolitana para ser partícipes de la Solemnidad de San Pedro y San Pablo en el Arzobispado de Santiago.
Durante su homilía, el Cardenal Ricardo Ezzati destacó las virtudes de «las columnas de la Iglesia», los Santos Pedro y Pablo. «Mirando a Pedro podremos descubrir un mensaje muy especial del Señor para nuestra vida de cristianos, hoy día», dijo al comienzo.
Y agregó: «El mismo Pedro que tuvo dificultades para entender el mensaje de Jesucristo, es el que por la apertura de su corazón hace que se transforme en un hombre que aprende a confiar en el amor que Dios le tiene».
«Pedro se hará testigo del amor de Jesús, porque se deja amar por Él», explicó el purpurado, enfatizando que éste es el hombre frágil y sencillo en el que Jesucristo fundó su Iglesia.
Respecto al apóstol Pablo, el Cardenal recordó su inicio como perseguidor y su radical transformación al Evangelio de Cristo. Este vuelco en la vida de Pablo -continuó el obispo- se basa en el amor, «es la caridad de Cristo la que inundó el corazón del apóstol hasta renovarlo por completo».
Al finalizar su intervención, destacó que esta celebración es también la fiesta de la Iglesia de Cristo. «La Iglesia que a pesar de las persecuciones y de su fragilidad, está en las manos del Señor, de su Señor, segura de que el poder de la muerte no prevalecerá sobre ella», concluyó.
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