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Ciudad de México (Jueves, 10-09-2014, Gaudium Press) El próximo 5 de octubre se conmemorará el 90º aniversario del Primer Congreso Eucarístico Nacional que se celebró en México. Aquel acontecimiento, ocurrido en 1924, tuvo lugar en un momento difícil para la historia del país latinoamericano marcando la fe de los mexicanos debido a la intolerancia religiosa que reinaba en aquel entonces, siendo la antesala de la ya conocida «Guerra Cristera» de los años 1926 a 1929.
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«El Congreso Eucarístico venía efectuándose con el beneplácito de la sociedad entera, y prueba de ello son las manifestaciones, casi unánimes, que hicieron ostensiblemente los vecinos de México (…) ni en el Centenario de la Independencia Nacional se advirtieron entusiasmo y armonía semejante a la mayor parte de las casas de la metrópoli ostentaron adornos en señal de adhesión al Congreso, y las solemnidades religiosas se vieron tan concurridas que los locales donde se celebraron no podían contener a todas las personas que deseaban asistir a ellas», señalaba una editorial de entonces.
Prueba de que el Congreso se realizó con éxito y dejó huella en miles de personas, son los relatos que dejaron varios santos y beatos mexicanos, que luego contaron cómo vivieron desde sus pueblos y ciudades el acontecimiento del Primer Congreso Eucarístico.
La idea de realizar este Congreso en México estuvo inspirada por los Congresos Eucarísticos Internacionales que nacieron en 1881; iniciativa que fue de inmediato apoyada por la Adoración Nocturna, los Caballeros de Colón, además de otros movimientos Eucarísticos y los Obispos mexicanos, quienes presentaron el evento el 20 de mayo de 1923.
Para este gran acontecimiento se elaboró una preciosa y monumental custodia en plata, que medía más de 2 metros y pesaba cerca de los 400 kilos, y la cual fue bendecida por el entonces Arzobispo de México, Mons. Luis Ma. Martínez, quien la llamó «el corazón espiritual de nuestra patria».
Sólo sería hasta el año 2000 cuando un evento de tan importante relevancia para la vida espiritual se repetía en México. Para este II Congreso Eucarístico Nacional, celebrado con motivo del Jubileo de la Encarnación, la monumental custodia de la Catedral salió por primera vez a las calles de la capital.
Con información de SIAME.
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