Más de 1.800 jóvenes se congregaron en el Campus San Joaquín de la Universidad Católica para las Misiones de Invierno. |
Santiago (Lunes, 14-07-2014, Gaudium Press) «Nuestra existencia es un tesoro, porque en el corazón de cada uno de ustedes, desde el día del bautismo, está la huella de Dios que nos invita a vivir como Cristo con los brazos abiertos, con el corazón latiendo para llegar hasta los últimos confines».
Con estas palabras, el Arzobispo de Santiago, cardenal Ricardo Ezzati, saludó a los más de 1.800 jóvenes secundarios y universitarios que se congregaron en el Campus San Joaquín de la Universidad Católica, para participar de la eucaristía de envío de las Misiones de Invierno 2014.
Con mucho entusiasmo los jóvenes consagraron a Dios su labor como misioneros, que desarrollarán desde el 12 al 20 de julio en diversas localidades del país, especialmente en zonas aisladas, bajo el alero de los proyectos pastorales Trabajo País, Misión de Vida y Semilla UC.
«Jóvenes valientes y generosos que vivan de acuerdo a su fe»
En su homilía y recordando las palabras del Papa Francisco, el prelado invitó a los jóvenes presentes a meterse en el corazón de la historia para hacer presente en ella a Jesucristo y su Evangelio. En este mismo sentido, los exhortó a llevar a los lugares de misión un testimonio de alegría y mucho gozo de ser discípulos de Cristo.
En su alocución, el arzobispo los alentó a discernir su propia vocación: «¿Señor, qué quieres que haga? Es una pregunta fundamental para ustedes», dijo. Y agregó: «Ustedes saben que una de las vocaciones más difíciles de hoy es la de ser esposos y familias que viven de acuerdo con el proyecto de Dios». Añadió que la Iglesia también necesita de apóstoles, consagrados y consagradas entregados al servicio de Dios.
Finalmente, el cardenal Ezzati manifestó a los presentes que «en todos los ámbitos de la vida personal y social se necesitan católicos valientes y generosos que vivan de acuerdo a su fe y que construyan el Reino de Dios».
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