Casia (Martes, 15-07-2014, Gaudium Press) La ceremonia de matrimonio está rodeada de ritos, signos y gestos, con los que se enmarca el momento solemne cuando dos novios deciden formar una nueva familia bajo la mirada y la bendición de Dios. Entre estos signos se encuentra el vestido de novia, que por tradición es de color blanco, y simboliza la pureza de corazón y la inocencia.
Los vestidos son donados al convento por las esposas recien casadas. | Fotos: Patricia Figueira. |
Recuperando la bella tradición del vestido blanco, así como el verdadero valor del Matrimonio y el espíritu de sobriedad de este rito, las monjas de clausura del Monasterio de Santa Rita de Casia, en Italia, han creado un pequeño taller de costura en el que reciben los vestidos de novia que las esposas donan en acción de gracias a Santa Rita, patrona de los casos imposibles, para que las jóvenes que se van a casar y no cuentan con recursos económicos para comprar su traje, puedan llegar al altar con un precioso vestido blanco.
La hermana María Laura, quien antes de ser monja era costurera, es la encargada de este taller, que funciona ya desde hace 6 décadas. Ella recoge los vestidos donados, los ordena por talla y los prepara para las jóvenes, quienes pueden llegar al convento y escoger uno.
Si es necesario, algunas hermanas del monasterio también se encargan de reformar los vestidos de acuerdo a las medidas y gustos de las novias.
Sor María Laura es la encargada del taller / Foto: News.va. |
Lo llamativo de esta esta iniciativa es que no sólo se beneficia la novia, sino también el monasterio, ya que la mayoría de jóvenes, además de dejar a cambio una gran sonrisa, hacen una pequeña ofrenda, que posteriormente se entrega a la Madre Abadesa, quien la utiliza para las necesidades del convento, y también para obras de caridad.
Sin duda una alternativa que beneficia tanto a las hermanas de Santa Rita, como a las novias, especialmente en tiempos de crisis económica. «Con la crisis han aumentado las peticiones, pero ha aumentado, sobre todo, la generosidad de quienes donan para hacer feliz a otra persona», comenta Sor María Laura.
Con información de News.va.
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