Dos religiosas y tres jóvenes caldeos secuestrados fueron liberados en Irak

Baghdad (Martes, 15-07-2014, Gaudium Press) Dos religiosas católicas caldeas y tres jóvenes que permanecían desaparecidos desde el pasado 28 de junio volvieron a la libertad el 14 de julio. Ellos habían sido secuestrados por los militantes del grupo Estado Islámico de Irak y el Levante (ISIL), que se tomó la ciudad de Mosul en Irak y ha proclamado la supuesta creación de un califato en el lugar. La noticia de la supervivencia de los rehenes fue divulgada por la agencia Fides.

Mons. Raphael I Sako, Patriarca de Babilonia de los Caldeos. Foto: Fraternité en Irak

El reporte de la liberación fue hecho por el Patriarca de Babilonia de los Caldeos, Mons. Raphael I Sako: «La Hermana Atur, la Hermana Miskinta y los tres jóvenes están bien», declaró el prelado. «Su regreso a la libertad es un signo de esperanza para todos, que consuela el almas en estos momentos difíciles». Según el Patriarca no se realizó ningún pago por el rescate de los secuestrados.

El hecho fue otro de los acontecimientos que motivaron a numerosos cristianos a dejar la ciudad de Mosul, lo que significó la práctica extinción de la presencia cristiana en el lugar. Las religiosas servían en un hogar para huérfanos y ya habían abandonado la ciudad con los pequeños para protegerlos de la violencia. Sin embargo, las hermanas se vieron forzadas a visitar brevemente el hogar en Mosul en algunas oportunidades para constatar el estados de la edificación y recoger algunas pertenencias de los infantes y materiales de trabajo. En una de esas visitas, las religiosas y tres jóvenes huérfanos acompañantes (dos varones y una mujer) fueron secuestrados.

Tras la noticia de la desaparición, la Iglesia contactó de inmediato a los líderes religiosos suníes en la ciudad para lograr algún tipo de comunicación y evitar un acto de violencia en contra de los rehenes. «Durante esos días oraron mucho», relató el Patriarca Sako. «Los laudes, vísperas y muchos Santos Rosarios por su propia liberación y por la paz en Iraq» fueron ofrecidos por los rehenes. «También hemos sabido que en las conversaciones con aquellos que los habían detenido, las hermanas respondieron con serenidad y valentía a todas las cuestiones planteadas, dando razón de su esperanza».

Los captores, si bien liberaron a las víctimas, se quedaron con el vehículo empleado por las religiosas para su labor humanitaria.

Con información de Agencia Fides.