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La Habana (Martes, 14-07-2009, Gaudium Press) Fue muerto el domingo pasado, en La Habana, otro sacerdote diocesano de origen español. Se trata del padre Mariano Arroyo Merino, quien tenía 74 años y se encontraba en la Habana desde 1997, donde ejercía la función de rector del santuario de la Madonna de Regla, en la bahía de la Habana, donde ocurrió el homicidio. Según el portavoz de la Conferencia Episcopal cubana, el cuerpo del sacerdote presentaba algunas heridas de arma cortante y quemaduras.
El sacerdote es el segundo padre español muerto en Cuba en apenas cinco meses. En febrero, Eduardo de la Fuente Serrano fue encontrado estrangulado y acuchillado en una ruta de La Habana.
El padre Arroyo había celebrado la misa dominical normalmente y dentro de pocos días partiría de vacaciones a España. El arzobispado de La Habana destacó en un comunicado que Arroyo «había desarrollado un intenso trabajo pastoral con un especial carisma por la religiosidad popular y el sincretismo religioso«.
«Estamos todos consternados, porque él era una persona muy amada por aquí«, dijo a la agencia de noticias Ansa Juana Lledo, una de las feligreses de la parroquia del padre Arroyo.
El portavoz de la Comisión cubana de los derechos humanos y reconciliación nacional, Elizardo Sánchez, afirmó que los dos homicidios son «hechos muy graves«. Dos personas fueron presas acusadas por la muerte del sacerdote Serrano. La policía cubana está investigando el caso del padre Arroyo, pero todavía no tiene pistas de sospechosos o del motivo del asesinato.
El padre Arroyo fue nombrado en 2004 por el cardenal Ortega rector y párroco del santuario nacional de la Madonna de Regla. Hasta aquella fecha, había sido por seis años párroco de la Iglesia del Pilar, también en La Habana.
En Cuba, ejerció también los cargos de asesor del Movimiento de los Trabajadores Cristianos y director del Instituto de Ciencias Religiosas «Padre Félix Varela». Ordenado sacerdote en1960, partió dos años después en misión a Santiago de Chile, donde permaneció hasta 1968. En 1980, después de diez años en España como párroco y formador en un seminario, volvió a Chile, de donde salió, para Cuba, en el 97.
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