Mosul (Miércoles, 23-07-2014, Gaudium Press) El calvario de los cristianos de Irak, como lo describió en la primera plana el diario francés Le Figaro, está llamando cada vez más la atención de la opinión pública mundial. El éxodo total de los cristianos de Mosul (ver noticia anterior) y los reportes de ultimátums que presionan a los creyentes a apostatar de su fe, pagar un oneroso impuesto por ser «infieles» o marcharse de sus tierras han merecido diversas manifestaciones de rechazo por parte de estados, organizaciones y personas particulares que han hallado en las redes sociales canales de expresión para buscar el respeto de la libertad religiosa en el país.
Los últimos cristianos en abandonar Mosul fueron acogidos en la parroquia de Telkiff. Foto: Allen Kakony / Aleteia. |
Uno de las expresiones espontáneas más llamativas es el creciente uso de la letra árabe «nun», equivalente a la letra n del alfabeto latino, en reemplazo de la fotografía personal en redes sociales. Esta letra ha sido empleada en Irak como marca para señalar los hogares en los cuales habitan cristianos, como inicial de la palabra «nazarenos» con el cual se designa a los creyentes. La marca facilita la marginación y las amenazas contra los fieles y es empleada en Internet como símbolo de solidaridad con la población cristiana en Irak, a menudo acompañada con la frase «yo también soy nazareno».
Una catástrofe humana
Esta respuesta coincide con el llamado del Patriarca de Babilonia de los Caldeos y principal prelado católico de Irak, Su Beatitud Louis Raphael I Sako, quien pidió «a todos aquellos que tienen una conciencia viva en Irak y en todo el mundo», «con toda la fuerza que nos es disponible» recuperar la convivencia en la nación y reconstruir las relaciones armónicas entre las mayorías y las minorías ante la amenaza de una «catástrofe humana, civil e histórica». A los cristianos en la región, el prelado aconsejó «actuar con razón y prudencia» y «considerar y planear todo en la mejor manera posible» para sobrevivir, «soportar el tiempo de tribulación y orar hasta que pase la tormenta».
Marcas como esta señalan los hogares en los que habitaban los cristianos y eran empleadas para hacer efectivas las extorsiones y la eventual expulsión de los creyentes. Foto: Infocatólica. |
Desde el Papa Francisco, quien se refirió a la tragedia en Irak en su más reciente alocución en la Plaza de San Pedro (ver noticia anterior), diversos líderes, organizaciones internacionales y voceros han expresado su preocupación por la situación de los cristianos. Los hechos recientes podrían constituir una auténtica «limpieza étnica», delito condenado gravemente por las normas internacionales y que es definido por el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas como el «hacer un área étnicamente homogénea a través del uso de la fuerza o la intimidación para expulsar del área a las personas de un grupo determinado». Para la organización Human Rights Watch, «la evidencia documentada (…) sugiere fuertemente que algunos de estos actos constituirían crímenes contra la humanidad».
Mosul es el más claro ejemplo de esta situación: el Patriarca Siro-Católico Ignacio Joseph III Younan ratificó a Radio Vaticano el fin de la presencia cristiana en la ciudad. Ante la pregunta «¿Todavía hay cristianos en Mosul?», el prelado aseguró el día 19 de julio: «No, ya no los hay. Quedaban una docena de familias que tuvieron que huir ayer y les robaron todo. Estaban más allá de la frontera de la ciudad, pero les robaron, les vejaron y los dejaron tirados en el desierto».
«Callamos demasiado»
Los creyentes debieron dejar la ciudad sin poder conservar sus pertenencias. Foto: Allen Kakony / Aleteia. |
«El último cristiano ha sido expulsado de Mosul», denunció Lord Alton de Liverpool en un artículo divulgado por el periódico británico The Times. «La luz de la libertad religiosa, junto con toda la presencia cristiana, se ha extinguido en la bíblica «gran ciudad de Nínive», el centro del cristianismo en Irak durante dos milenios». Para el parlamentario de la Cámara de los Lores, «la limpieza religiosa y la inenarrable discriminación puesta en obra en Mosul hace una burla llena de odio» de los derechos humanos y los organismos internacionales. «Estamos indignados por el reciente anuncio de ISIL (la organización extremista responsable del ataque) de que los cristianos en Mosul deben ya sea convertirse, pagar un impuesto, marcharse o enfrentar la ejecución en los próximos días» declaró la vocero del Departamento de Estado de los Estados Unidos, Jen Psaki. La institución no anunció acciones de ningún tipo y motivó a las autoridades de Irak a «hacer cualquier esfuerzo posible» para proteger a la población y retomar el control del país.
Para el Cardenal Kurt Koch Presidente del Pontificio Consejo para la Promoción de la Unidad de los Cristianos, la situación merece una mayor atención por parte de los creyentes: «Debemos ser más valientes a la hora de denunciar las persecuciones contra los cristianos, que hoy son más fuertes que durante los primeros siglos del cristianismo», afirmó el purpurado a L’Osservatore Romano. «Se estima que el 80% de las personas perseguidas son cristianas, y yo creo que nosotros callamos demasiado».
Con información de Zenit, Infocatólica, Catholic Online, Aleteia y Radio Vaticano.
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