Ciudad del Vaticano (Jueves, 24-07-2014, Gaudium Press) Con un final feliz terminó la dramática historia de Meriam Ibrahim, una joven mujer condenada a muerte en Sudán a causa del supuesto delito de haberse casado con un hombre católico. La mujer, después de haber estado detenida, dado a luz en prisión, y ser retenida una vez más en el aeropuerto de Jartum cuando buscaba dejar el país con su familia tras su liberación, finalmente llegó a la ciudad de Roma y se dirigió a la Ciudad del Vaticano donde la familia fue recibida por el Papa Francisco.
El Papa Francisco bendice a la pequeña Maya, nacida en prisión mientras su madre aguardaba su liberación o la ejecucion de su pena de muerte. Foto: L’Osservatore Romano. |
El significativo encuentro tuvo lugar en la Casa Santa Marta, residencia del Santo Padre, y se desarrolló «en un clima sereno y cariñoso», según información de Radio Vaticano. El Papa Francisco agradeció a la mujer el testimonio de fe ofrecido al negarse a renunciar a la fe a pesar de poner en riesgo su vida, al igual que la perseverancia de la familia en enfrentar esta grave violación de su libertad religiosa. Meriam agradeció al Pontífice el apoyo ofrecido y la oración que él y numerosos católicos realizaron para alcanzar justicia en su caso. La fuerte presión de opinión pública fue lo que obtuvo finalmente que los jueces revocaran la sentencia, afirmando que no existían suficientes pruebas para inculpar a la mujer y que se había cometido un error al declarar legalmente nulo el matrimonio de Meriam y su esposo Daniel Wani.
Los esposos Meriam Ibrahim y Daniel Wani – quien debe emplear una silla de ruedas – fueron recibidos por el Papa en la Casa Santa Marta durante casi media hora. Foto: L’Osservatore Romano. |
El Papa bendijo a los pequeños Martín, de un año de edad, y Maya, nacida en prisión hace dos meses. Las alegres escenas del encuentro marcan el final del terrible drama que comenzó el 17 de mayo pasado, cuando la joven madre fue puesta en prisión. Meriam Ibrahim y Daniel Wani habían contraído matrimonio en 2011 en la iglesia de la Sagrada Familia en Jartum y se preparaban para ir a vivir a Estados Unidos, lugar de residencia de Wani, quien además tiene ciudadanía de ese país. La acusación que motivo la polémica condena consistía en que Meriam habría heredado la fe musulmana de su padre y se habría convertido al cristianismo para poder contraer matrimonio católico con Wani, algo sancionado con la pena capital en Sudán. En realidad la mujer profesaba la fe en Cristo desde su infancia pues su madre era cristiana y su padre siempre estuvo ausente.
Si bien Meriam logró su libertad gracias a la presión ejercida por numerosas personas y organizaciones y al hecho de que su embarazo obligó a postergar su ejecución, las conversiones siguen siendo delito en Sudán y la historia podría repetirse con un trágico desenlace mientras no se obtenga el respeto a la libertad religiosa en el país. Después de haber sido frustrado un primer intento de abandonar la nación (ver noticia anterior), la familia Wani viajó desde Sudán en un avión gubernamental de Italia y fue acompañada en el trayecto por el Viceministro de Asuntos Exteriores de Italia, Lapo Pistelli. Meriam, su esposo y sus hijos permanecerán en Italia algunos días antes de dirigirse a su destino en Estados Unidos.
Con información de Radio Vaticano y Zenit.
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