Lima (Jueves, 24-07-2014, Gaudium Press) Situado en Yerbateros, zona de las periferias de Lima, fue inaugurado recientemente por el Arzobispo de Lima, Cardenal Juan Luis Cipriani, un nuevo santuario dedicado a San Martín de Porres, primer santo mulato de América y patrón universal de la paz.
La inauguración del templo, en el que se podrá venerar al también llamado «Santo de la Caridad», ocurrió en el marco de una solemne celebración Eucarística que presidió el purpurado peruano, y fue concelebrada por los obispos auxiliares de Lima, Mons. Adriano Tomasi, y Mons. Raúl Chau. También estuvo presente el Padre Felipe Fierro, Superior General de los Misioneros de la Reconciliación del Señor de los Milagros; el Padre Baldeón, párroco de Nuestra Señora del Camino, además de varios presbíteros de la Arquidiócesis de Lima.
El santuario dedicado a San Martín de Porres fue inaugurado por el Cardenal Cipriani en el marco de una solemne Eucaristía / Foto: Arzobispado de Lima. |
Durante la homilía el Cardenal Cipriani dijo a los fieles que desde ahora podrán hallar allí un lugar donde se ilumine y alegre a la comunidad, recordando que en aquella zona de la periferia capitalina hacía falta una casa de Dios, que estará bajo el amparo de uno de los santos más queridos en Perú.
Asimismo, llamó a todos para que el santuario se convierta en lugar para la familia, especialmente para acoger la vida, exhortando a las madres a ser verdaderas portadoras del don de la vida: «Por eso mamás, acepten la vida. Y si tienen dudas o preocupaciones acudan a la Iglesia para que las ayude, pero no caigan nunca en la desesperación o el engaño de decir ‘esta vida mejor la elimino'».
En otro momento, dirigiéndose especialmente al párroco y los colaboradores del santuario y de la comunidad parroquial, el Cardenal invitó para que el santo lugar se convierta en epicentro de la misión: «Que desde este lugar, con la fe, salgamos a visitar a todos los vecinos, en primer lugar para bautizarlos. Hay que misionar, hay que ir por las casas y escuelas explicando el catecismo, facilitando que puedan acercarse al Bautismo sin necesidad de tantas organizaciones, que sea fácil que papás y padrinos traigan a sus hijos. Y junto al Bautismo vienen esos sacramentos de iniciación: la confirmación, la eucaristía, la confesión».
Finalmente, el purpurado animó a los fieles para que realicen una campaña en la que se dé a conocer la nueva presencia del santuario en la periferia limeña. «Estoy seguro que por estos rincones va a haber una respuesta maravillosa. Estamos en un rincón no tan fácil, pero vamos a ir respirando el amor de Dios y con la presencia de María se va a ir notando como Dios está cerca», dijo.
San Martín de Porres es conocido como «El santo de la escoba», por la gran sencillez con que realizó este oficio. |
San Marín de Porres
San Martín de Porres nació en Lima en diciembre de 1579. Fue hijo del español Juan de Porres y la panameña Ana Velázquez. Con tan sólo 15 años pidió ser admitido como donado en el convento de los dominicos del Rosario en Lima, donde le confiaron los trabajos más humildes de la comunidad, los que realizó con gran virtud, no en vano también es conocido como «el santo de la escoba», por la gran humildad y entrega a Dios con que hacía una labor tan sencilla como barrer.
Con el tiempo, San Martín, empezó a ser conocido por sus dones curativos y por su vocación misionera, especialmente con los más pobres, así como con negros e indígenas, a quienes predicaba las enseñanzas de la fe, de ahí la dedicación del nuevo santuario limeño.
El santo peruano muere el 3 de noviembre de 1639. Sus restos mortales se encuentran en la Basílica y Convento de Santo Domingo en Lima, donde también están las reliquias de Santa Rosa de Lima, primera santa de América.
Con información del Arzobispado de Lima.
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