Roma (Viernes, 25-07-2014, Gaudium Press) El diario italiano Avvenire, publica hoy un anticipo del próximo libro del Cardenal Gerhard Müller, prefecto de la Congregación de la Doctrina de la Fe, titulado «La Esperanza de la Familia», libro-diálogo fruto de las conversaciones del purpurado con Carlos Granados, director de la edición en español de la Biblioteca de Autores Cristianos – BAC.
El libro aparecerá publicado días antes del próximo sínodo de la familia, que tendrá lugar en Roma entre el 5 y el 19 de octubre, y ciertamente se constituirá en una lectura que favorecerá las reflexiones del próximo encuentro sinodal.
Cardenal Müller |
Del anticipo que presenta Avvenire se destacan las consideraciones del purpurado acerca de la dificultad que hay particularmente en los jóvenes para el compromiso perenne que implica la unión matrimonial. Entretanto, el Cardenal Müller constata que «no se puede vivir en el aislamiento o encerrados en nosotros mismos. La vida sólo tiene sentido cuando se convierte en una donación concreta al otro: en la vida cotidiana, día tras día. En particular, eso se da en el misterio del matrimonio, que se convierte en el lugar privilegiado donde se experimenta el don de sí definitivo e incondicional, que da sentido a nuestras vidas». Esta es una verdad que hay que poner de presente a los jóvenes.
El tema de los divorciados
Sobre el asunto de los divorciados vueltos a casar, que será un tema principal del sínodo, el Cardenal Müller expresa en el próximo libro que «tenemos sobre el matrimonio una doctrina elaborada y estructurada, basada en la palabra de Jesús, que se debe ofrecer en su totalidad. La encontramos en los Evangelios y en otros lugares del Nuevo Testamento, especialmente en las palabras de San Pablo en su primera Carta a los Corintios y en la Carta a los Romanos. También contamos con la Tradición, con muchos escritos y muchas reflexiones de los Padres de la Iglesia, como por ejemplo San Agustín».
Esta doctrina afirma que «la Iglesia no puede admitir el divorcio para un matrimonio sacramental rato y consumado. Es dogma de la Iglesia. Insisto: la indisolubilidad absoluta del matrimonio válido no es simplemente una doctrina, sino un dogma divino y definido por la Iglesia. En frente a la ruptura de hecho de un matrimonio válido, no está permitido otro ‘matrimonio’ civil». Al respecto del tema de la nulidad del matrimonio, el purpurado habla en el próximo libro sobre los actuales trabajos de una comisión de la Congregación de la Doctrina de la Fe que estudia acerca de la ‘fe explícita’ y la ‘fe implícita’ y las implicación que la inexistencia de esta última tendría en la validez matrimonial.
Sobre la relación entre el sacramento del matrimonio y el de la eucaristía, el purpurado afirma en el texto publicado por Avvenire que «la Comunión eucarística es una expresión de una relación personal y comunitaria con Cristo Jesús. A diferencia de nuestros hermanos protestantes y en línea con la Tradición de la Iglesia, para los católicos ella expresa la unión perfecta entre la cristología y la eclesiología. Por lo tanto, no puedo tener una relación personal con Cristo y su verdadero Cuerpo presente en el Sacramento del Altar y al mismo tiempo, contradecir al propio Cristo en su Cuerpo Místico, presente en la Iglesia y en la comunión eclesial. Así que podemos afirmar sin error que si alguien está en estado de pecado mortal, no puede y no debe recibir la Comunión».
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