Pekín (Viernes, 25-07-2014, Gaudium Press) «Las personas de hoy gastan mucho de su tiempo en las computadoras y celulares. Pocos leen alguna cosa de la Palabra de Dios, especialmente los jóvenes. Por eso, queremos incentivar y ayudar a las familias a adquirir el hábito de leer la Biblia juntos, a aplicar la Palabra de Dios en la vida, tornándose cristianos auténticos», afirma un sacerdote que promueve la divulgación de la Biblia Sagrada en el territorio chino.
Ciertamente con los mismos pensamientos, han surgido varias iniciativas para promover la difusión de las Sagradas Escrituras e incentivar su lectura, conocimiento y profundización.
Uno de esos emprendimientos, según la Agencia Fides, es la denominada «transmisión de las Sagradas Escrituras en familia», promovida por cuatro estaciones misioneras localizadas en la periferia de Pekín. La iniciativa tiene previsto concluir el 30 de junio de 2015, para conmemorar los 5 años de su fundación.
Una Biblia y una vela encendida
De acuerdo con el sacerdote organizador, para realizar esta iniciativa, él lleva una Biblia y una vela bendecida a una familia que se dispone a recibirlo.
La familia prepara, entonces, un pequeño altar en el centro de una habitación de su propia casa. En este altar son colocadas la Biblia y la vela encendida, recordando que la Palabra de Dios ilumina y orienta la vida de los fieles.
Los miembros de la familia se comprometen a leer y a compartir durante la semana la Palabra de Dios, siguiendo indicaciones dadas por el sacerdote. En el fin de semana, el padre lleva la Biblia a otra familia y, así, sucesivamente, él va sembrando la buena nueva.
Otra iniciativa fue también realizada recientemente: el 18 de julio el párroco de la Iglesia de Nuestra Señora del Carmen, en Pekín, acompañado por un grupo de parroquianos, distribuyó cien ejemplares de la Biblia a los estudiantes universitarios que participaban del campamento de verano.
La parroquia de Nuestra Señora del Carmen está concluyendo las conmemoraciones del centenario de su reconstrucción y, según el párroco, este acto fue «un gesto de caridad y evangelización que surgió a partir de nuestras celebraciones para el centenario».
Por su parte la Diócesis de Cang Zhou, de la provincia Hebei, está comprometida con la promoción de la lectura de la Palabra de Dios en todas las parroquias y comunidades. (JSG)
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