Jasna Gora (Martes, 29-07-2014, Gaudium Press) El 20 de junio de 1966 el régimen soviético impuso en Polonia una extraña medida: detener una imagen de la Santísima Virgen. No era una imagen cualquiera, ciertamente: se trataba de la réplica de la imagen Nuestra Señora de Czestochowa, la más venerada por los fieles polacos y a quien se atribuyen numerosos milagros. Los devotos se congregaron frente a la ventana de la sacristía de la Catedral de Varsovia y rindieron culto a su Reina, quien estaba del otro lado de los barrotes que protegían el recinto. La Virgen, simbólicamente presa, recibía en la calle las ofrendas de flores y velas de sus hijos.
Los fieles veneran la imagen de la Santísima Virgen desde la calle. Foto: Zbiory O?rodka KARTA |
La Santísma Virgen, ¿presa?
La representación artística objeto de la detención oficial era la imagen peregrina creada en 1956 por el pintor Leonard Torwirt, por encargo del Cardenal Stefan Wyszynski, quien además obtuvo para el ícono la bendición del Papa Pío XII. En 1957, esta réplica inició su recorrido por el país. «Visto que no todos logran visitar a su Reina en Jasna Góra, que sea Ella quien venga a visitar a sus hijos ahí donde viven, o sea en sus parroquias», explicó en su momento el Arzobispo Metropolitano de Gniezno y Varsovia, y Primado de Polonia.
La manifestación pública de fe de los polacos en torno a la Santísima Virgen incomodó de manera progresiva a las autoridades comunistas quienes finalmente dieron la orden de impedir el recorrido de la imagen y hacerla reservar en la Catedral. El operativo fue realizado en numerosos vehículos militares, patrullas, motocicletas, como si se tratara de un criminal peligroso. Desde el momento de su «reclusión», los católicos polacos esperaron que se pudiera continuar el recorrido de la imagen, de alguna forma «liberada» de la opresión gubernamental. El intento de llevarla a una peregrinación en el mes de septiembre fue frustrado por la acción de unos cincuenta agentes. La procesión se llevó a cabo con el marco vacío, símbolo claro de la ausencia de libertad religiosa en el país.
El entonces Card. Wojtila preside la procesión con el marco vacío de la Santísima Virgen en 1966. Foto: Stacja7 |
Una fuga inesperada
Como si se tratara de un presidiario, dos sacerdotes polacos y dos religiosas crearon un «plan de fuga» para el venerado ícono. Se trataba de los padres Jósef Wojcik y Roman Siudek y las hermanas Helena Tr?towska y María Kordos. Los audaces clérigos aprovecharon los recortes en el personal de seguridad y en la mañana del día 13 de junio de 1972, sacaron en secreto la imagen de Nuestra Señora de Czestochowa y la introdujeron en una furgoneta que las religiosas llevaron a la ciudad polaca de Radom. La acción había sido planeada para el día anterior, pero uno de los sacerdotes había roto accidentalmente el molde de jabón de la llave necesaria para rescatar el ícono.
La sorpresiva noticia de la desaparición de la imagen llegó incluso a oídos del Ministro del Interior, Kania Ociepka. Las investigaciones no dieron resultado y las autoridades perdieron la pista de la ubicación de la imagen, mientras la Iglesia callaba cualquier indicio sobre su paradero. Cinco días después de la «fuga», la Virgen Peregrina de Czestochowa reapareció a la luz pública, en medio de una multitudinaria procesión en Radom, presidida por el entonces Cardenal Karol Wojtila y quien sería más tarde Papa: San Juan Pablo II. Ya eran otros tiempos en Polonia y las autoridades prefirieron evitar una confrontación directa con la Iglesia y el descrédito de atacar la devoción popular de los polacos, por cuanto permitieron que la imagen prosiguiera su peregrinación.
Nuestra Señora de Czestochowa. |
Este triunfo de la Santísima Virgen, de gran significado para los polacos, está ligado al extraordinario fervor que la imagen de Nuestra Señora de Czestochowa en Jasna Gora suscita en los fieles. La historia del ícono comienza según la tradición en el tiempo de los apóstoles, ya que el autor de la pintura sería el propio evangelista San Lucas y el retablo sobre el cual se elaboró sería un tablón de la casa de la Sagrada Familia. La imagen fue venerada ampliamente y conservada como una valiosa reliquia. En la edad media la pintura requirió una restauración, pero la técnica en realidad afectó la imagen original hasta el punto de tener que ser reelaborada por completo, siempre cuidando la pieza de madera original.
El ícono de estilo oriental representa a la Santísima Virgen bajo su característica principal de Madre de Dios (Theotokos) y es considerada uno de los más representativos signos de la fe católica en Polonia, avalado además con numerosos testimonios de milagros. La imagen original es venerada en el templo del Monasterio de los Padres Paulinos en Czestochowa, en la colina Jasna Gora.
Con información de Aleteia, Tempi.it y Stacja7.pl.
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