París (Miércoles, 30-07-2014, Gaudium Press) Los ministros de Interior y Asuntos Foráneos de Francia, Bernard Cazeneuve y Laurent Fabius, realizaron una declaración conjunta el pasado lunes 28 de julio en rechazo por la situación de discriminación y violencia padecida por las comunidades cristianas en Irak. La totalidad de los cristianos tuvieron que dejar la ciudad de Mosul tras la declaración de un ultimátum que sólo les daba como alternativa renunciar a su fe, abandonar sus tierras, pagar un oneroso impuesto o ser ejecutados. «Francia está indignada por estos abusos que condena con total firmeza», declararon los funcionarios, que ofrecieron asilo a los creyentes de la zona de influencia de los grupos radicales.
Niños ofrecen una ofrenda floral en una Eucaristía de conmemoración de las víctimas de la violencia contra los cristianos en Irak celebrada en Reino Unido en 2010. Foto: Mazur/catholicchurch.org.uk |
«El ultimátum dado a estas comunidades en Mosul por ISIL (grupo que ha proclamado la creación de un califato islámico en la región) es el más reciente y trágico ejemplo de la amenaza terrible que los grupos yihadistas en Irak, aunque también en Siria y cualquier lugar, significan para estas poblaciones», declararon los funcionarios, según divulgó la agencia UCA News. Los ministros destacaron que los cristianos iraquíes son «históricamente una parte integral de esta región». De hecho, la presencia cristiana ha sido constante en el lugar a través de los siglos, como lo recordó el Patriarca Caldeo Louis Raphael I Sako: «Por primera vez en la historia de Irak, Mosul está vacío de cristianos».
Ante esta difícil situación, el gobierno francés ofreció su ayuda concreta: «Estamos listos, si ellos (los cristianos) lo desean, a facilitarles asilo en nuestro territorio», afirmaron los ministros. Si bien la Iglesia Católica ha hecho lo posible por mantener la presencia cristiana en Medio Oriente y anteriormente se ha opuesto a proponer la emigración como una salida a la problemática, el Patriarca Sako pidió aconsejó a los fieles «actuar con razón y prudencia», y «considerar y planear todo en la mejor manera posible», ante la gravedad del riesgo en el lugar (ver noticia anterior).
La declaración francesa de rechazo a la violencia contra los cristianos en Irak hace eco de la denuncia hecha hace una semana por el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas. Este organismo condenó «en los términos más fuertes la persecución sistemática de individuos de poblaciones minoritarias y de quienes rechazan la ideología extremista por parte de ISIL y los grupos armados asociados».
El grupo ISIL (cuyas siglas significan Estado Islámico de Irak y el Levante) ordenó a los creyentes «dejar las fronteras del califato islámico» y ordenó su conversión forzada al Islam o el pago de la dhimma (impuesto al infiel). «Si se niegan, ellos no obtendrán otra cosa que la espada», declaró el grupo a través de altavoces en toda la ciudad.
Con información de UCA News y The Telegraph.
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