La Congregación de la Madre Laura continúa con la labor de su fundadora llevando la luz del Evangelio a los indígenas. En la foto algunas hermanas Lauritas en Panamá / Foto: Misioneras de la Madre Laura. |
Medellín (Viernes, 01-08-2014, Gaudium Press) Partiendo desde la Iglesia de Veracruz en Medellín, pasando por el barrio Robledo, continuando su recorrido por el Boquerón, San Jerónimo, Sopetrán, Santa Fe de Antioquia, realizando paradas en Manglar, Cañas Gordas, Frontino, Uramita y llegando finalmente a Dabeiba, así recrearon el pasado mayo las Misioneras de la Madre Laura el viaje que hizo la primera santa colombiana hace 100 años al iniciar su trabajo de evangelización con los indígenas de Colombia.
Este peregrinaje, que comenzó el pasado 8 de mayo y culminó el 14 del mismo mes, marcó el inicio de las conmemoraciones del primer Centenario de la Congregación de las Hermanas Misioneras de María Inmaculada y Santa Catalina de Siena, conocidas como «hermanas Lauritas», que fundó santa Laura Montoya Upegui en el espíritu misionero de ayudar a los más necesitados, de modo especial a los indígenas, llevándoles la luz del Evangelio y el amor de Dios.
Silletas de flores elaboradas en acción de gracias por la Canonización de la Madre Laura / Foto: Misioneras de la Madre Laura. |
La conmemoración del Centenario continúa durante este 2014 con diversas actividades, eventos y encuentros, como el que tendrá lugar en Bogotá el próximo sábado 2 de agosto para jóvenes misioneros y que lleva por título «Dios en Efecto», y tiene por objeto hacer un reconocimiento a la acción evangelizadora que impulsó la santa colombiana, y que hoy se ha extendido a otros países como Haití, Venezuela, Guatemala, Honduras, Ecuador, México, Brasil, Angola, España, etc.
«Este gran encuentro es para mostrar la labor misionera que estamos realizando en el mundo siguiendo los pasos de nuestra fundadora Santa Laura, allí daremos a conocer sus libros y se tendrá la exposición de su reliquia», comentó sobre el encuentro la hermana Nancy Flores, misionera Laurita, quien fue citada en una nota de prensa de la Arquidiócesis de Bogotá.
Igualmente, del 15 al 17 de agosto, se realizará en el barrio Belencito de Medellín -donde se halla el Santuario de la Luz dedicado a la Madre Laura-, un evento con las personas que han hecho parte del caminar misionero de la Congregación de las Lauritas en la Provincia de Medellín.
La Madre Laura Montoya fue canonizada el 12 de mayo de 2013 por el Papa Francisco. |
Un acontecimiento muy significativo
Este Centenario es un acontecimiento muy significativo para la Iglesia colombiana y también para la Congregación de la Madre Laura en el mundo, sobre todo por la reciente canonización de la santa fundadora, que ocurrió el 12 de mayo de 2013 en una ceremonia que presidió el Santo Padre Francisco en la Plaza de San Pedro en el Vaticano.
«Al celebrar estos cien años, nos unimos como Iglesia Misionera para agradecer infinitamente a Dios por haberse fijado en Laura Montoya Upegui, una mujer arriesgada, intrépida, audaz, que supo poner toda su confianza en el Señor, que rompió esquemas de su época, superó dificultades, luchó contra toda esperanza y sirvió de instrumento para la obra que Él le inspiró, apoyada por Monseñor Maximiliano Crespo, Obispo de Santa Fe de Antioquia, quien le dijo: ‘Recibo la obra con alma, vida y corazón'», señala la Hermana Heredia Ríos, misionera Laurita, en una carta difundida por la Congregación de la Madre Laura.
«Dos sedientos Jesús mío, tú de almas y yo de saciar tu sed…»
Laura Montoya Upegui desde muy joven sintió el llamado a la vida religiosa, inicialmente pensó en ingresar a la Orden del Carmelo, pero con el tiempo Dios tocó su corazón dejándole sentir el dolor por los indígenas. El 5 de mayo sale de la ciudad de Medellín hacia Dabeiba, Departamento de Antioquia, con la compañía de cinco jóvenes y de su madre María Dolores Upegui, para iniciar una obra evangelizadora con los indígenas.
Laura Montoya sale el 5 de mayo de 1914 de la ciudad de Medellín con la compañía de cinco jóvenes y de su madre para iniciar la obra evangelizadora / Foto: Misioneras de la Madre Laura. |
Esta obra, configurada como Congregación de Misioneras de María Inmaculada y Santa Catalina de Siena, fue fundada el 14 mayo de 1914 inspirada en la quinta palabra pronunciada por Jesucristo antes de morir en la Cruz: «Tengo Sed». La santa colombiana descubre gracias a estas palabras que Jesucristo no sólo tiene sed física, sino también de almas. «Dos sedientos Jesús mío, tú de almas y yo de saciar tu sed», expresaría Laura Montoya en su autobiografía.
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Con información de Madrelaura.org, Arquidiócesis de Bogotá y El Colombiano.
Gaudium Press / Sonia Trujillo
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