Cardenal Arzobispo de Toronto hace apelo a su gobierno por el caso Irak

Toronto (Viernes, 08-08-2014, Gaudium Press) El Cardenal Thomas Collins, Arzobispo de Toronto, emitió ayer un comunicado sobre la situación de los cristianos en Irak, que refleja las angustias que católicos en el mundo entero sienten por lo que ocurre en ese país. En el comunicado también hace varios llamados al gobierno canadiense.

«Poco después que comencé mi misión como Arzobispo de Toronto, hace 7 años, el arzobispo de Mosul me visitó y compartió sus esperanzas en el cuidado de su comunidad. Quería construir una escuelita, y tratamos de ayudarlo. También me habló de lo que su gente estaba sufriendo, incluso entonces. Ahora Mosul, una de las comunidades cristianas más antiguas del mundo, está desprovista de cualquier traza de cristianismo. Las iglesias han sido profanadas y destruidas. A las familias se les ha dicho que deben convertirse al Islam o morir. Escenas se suceden a diario, de residentes que se ven obligados a huir de sus hogares, despojados de sus posesiones, hasta de las cruces alrededor de sus cuellos, mientras que otros son asesinados, mártires, literalmente entregando sus vidas por su fe. En 2003, había un estimado de un millón de cristianos en Irak; algunos sugieren que hoy no más de 150.000 permanecen».

Después tras el anterior cuadro desolador esbozado por el Cardenal Collins, el purpurado urge al Gobierno canadiense a «usar por completo su influencia diplomática para apoyar las demandas de los Arzobispos de Mosul, dirigidos por Su Beatitud el Patriarca Louis Raphael Sako». En concreto las referentes a:

• Proporcionar una protección plena de todos los derechos religiosos y aquellos de otras minorías que desean permanecer en su patria.

• Ofrecer apoyo financiero a las familias desplazadas que han perdido todo.

• Compensar a las víctimas por los daños y perjuicios sufridos por los cristianos, proporcionando refugio inmediato y de educación para quienes se ven obligados ahora a vivir en campos de refugiados.

Igualmente el Cardenal Collins pide a su gobierno ampliar los espacios disponibles en su país para los iraquíes cristianos que buscan refugio. El purpurado expresa que sólo en su Arquidiócesis, por la generosidad de las parroquias y sus fieles, se han acogido 820 refugiados provenientes de Oriente Medio en los últimos tres años. Afirma que la sede episcopal está pronta para dar la bienvenida a más cristianos de esa región, pero pide al gobierno que les permita acelerar esos procesos de acogida.

«En Irak -concluye el purpurado- la libertad religiosa no sólo está siendo puesta a prueba; ella está siendo asaltada».