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Mantua (Martes, 12-08-2014, Gaudium Press) La Basílica de San Andrés, en Mantua, al norte de Italia, es un cuidado joyero que custodia una de las reliquias más preciosas de la Iglesia, dos vasos sagrados que según la tradición contienen sangre de Cristo, llevada a Mantua por el centurión romano Longinos. La Basílica actual es una reedificación renacentista de una antigua iglesia, y fue pensada esencialmente para acoger la multitud de peregrinos que iban a rendir culto a la preciosísima reliquia.
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Los Vasos conteniendo la Sangre de Jesús Foto: es.wikipedia.org |
Peregrinos como esa docena de ciclistas, que partiendo el 7 de agosto pasado de una pequeña ciudad más al norte de Mantua, Calalzo, estuvieron durante una semana pedaleando para ir a venerar las reliquias: «Verdaderamente -explica Mario Marchi, presidente de la Asociación promotor de la iniciativa piadosa y deportiva – no hemos inventado nada: simplemente seguimos los pasos de los peregrinos medievales que de Carnia, del Cador y del Tirol descendían a Garda, y de ahí a lo largo el Mincio hasta Mantua, para venerar sus reliquias. Hoy este percurso es una mezcla de ocho carriles para bicicletas, un itinerario de fe, naturaleza y cultura que atraviesa el Veneto, Alto Adige, Trentino y Lombardía».
Los peregrinos-ciclistas fueron recibidos en el Ayuntamiento y por varias personalidades de la ciudad.
«Estos amigos nos invitan a la utilización de medios de transporte que respetan la naturaleza y ofrecen, como en el pasado, momentos apropiados para la reflexión y el diálogo», destacó el obispo de Mantua, Roberto Busti. El prelado también señaló que la nueva iluminación de la basílica, completamente restaurado, «nos permite ver mejor los ciclos pictóricos que nos pueden llevar a la grandeza del misterio de la Sangre de Cristo, el testimonio del amor y de la infinita misericordia divina para el hombre de todos los tiempos».
Con información de Avvenire
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