Madrid (Martes, 12-08-2014, Gaudium Press) Con gran tristeza fue recibida en la mañana de este martes 12 la noticia del fallecimiento del Padre Miguel Pajares, sacerdote misionero contagiado con Ébola, quien la semana pasada había sido repatriado a España desde Monrovia, Liberia, para recibir tratamiento médico en su país. El clérigo era el primer español y europeo afectado por la mortal enfermedad.
El sacerdote español, quien recibía los cuidados médicos en el complejo hospitalario Carlos III de Madrid, venía siendo tratado por el medicamento experimental -y nunca antes probado en humanos- ZMapp conocido como el «suero milagroso», con el que también se están tratando los casos de Ébola del médico voluntario y una misionera, trasladados a Estados Unidos procedentes también de Liberia. La enfermedad aún no cuenta con una cura o vacuna que la prevenga.
El sacerdote Miguel Pajares era miembro de la Orden Hospitalaria de San Juan de Dios. |
De acuerdo con fuentes del hospital madrileño, pese al tratamiento que venía recibiendo, el Padre Pajares se encontraba en «condiciones críticas» y en las últimas horas experimentó una gran baja de «constantes vitales», presentando, sobre todo, problemas para respiratorios.
El Padre Pajares, quien contaba con 75 años de edad, era originario de La Iglesuela, una pequeña localidad en la provincia de Toledo, la cual visitó el pasado mes de junio. Desde muy joven era miembro de la Orden Hospitalaria San Juan de Dios (OHSJD), conocidos como los «Hermanos de hacer el bien».
Justamente en ese anhelo de ayudar a los más necesitados, Pajares, antes de ser sacerdote, estudió enfermería, y luego, tras su ordenación, se hizo misionero dedicándose a esta labor por 18 años, llevando consuelo y alivio a muchas personas en Irlanda, Ghana y Liberia, entre otros países.
Fue en este último país africano donde el sacerdote español estuvo los últimos siete años acompañando a los enfermos del hospital San José de Monrovia, donde a principios del mes de agosto también falleció el hermano Patrick Nshamdzea, director del centro hospitalario, a quien el Padre Pajares había brindado sus cuidados, y donde se contagió de la mortal enfermedad.
En un intento por salvar la vida de quien también estaba dando su propia vida, el sacerdote, junto con la religiosa misionera Juliana Bonohana -quien resultó negativo en el test de Ébola- fue repatriado a su país. Pese a los esfuerzos en el hospital madrileño, el sacerdote falleció, como también han muerto en los últimos días varios misioneros -entre ellos la hermana Chantal Pascaline y George Combey- quienes trataron de ‘desafiar’ a la enfermedad con el único propósito de llevar consuelo y una luz de esperanza al que sufre.
Consuelo que la Orden Hospitalaria pretende seguir llevando a los contagiados por Ébola, quienes cada vez aumentan en número. Según fuentes de la institución católica, en los próximos días se reabrirá en Monrovia un hospital con el apoyo de médicos y enfermeros.
El Padre Pajares había sido repatriado España para recibir tratamiento médico. |
A la fecha el mortal virus del Ébola ya ha llegado a cifras alarmantes. Según un informe de la Organización Mundial de la Salud del pasado sábado 9 de agosto, unas 1.013 personas han muerto por causa de la enfermedad. Situación que ha elevado las alarmas en varios de los países de África Occidental quienes ya han decretado la emergencia de salud pública. Incluso países como Ghana decretaron el cierre de sus fronteras terrestres con Liberia y Sierra Leona en el intento de impedir la propagación de la epidemia.
Nota relacionada:
Desafiando la enfermedad, cerca de 12 mil misioneros sirven en los países del Ébola
Con información de Europa Press y eitb.com.
Deje su Comentario