Concepción (Lunes, 18-08-2014, Gaudium Press) El pasado viernes 15, día en que la Iglesia celebró la Solemnidad de la Asunción de la Virgen y Día de la Vida Consagrada en Chile, el Arzobispo de Concepción, monseñor Fernando Chomali, presidió la eucaristía en compañía de numerosas religiosas pertenecientes a distintas congregaciones e institutos de vida consagrada.
Mons. Chomali, en la eucaristía |
La Santa Misa se desarrolló en el convento de Las Trinitarias, en la localidad de Penco, oportunidad en que el arzobispo agradeció a los religiosos y religiosas por el enorme servicio que prestan a la Iglesia y a la sociedad, destacando que la vida religiosa es «un gran regalo de Dios».
En su homilía, el prelado manifestó también que la vida consagrada es un «signo de amor de Dios» y agregó que con su servicio dan un «testimonio humano de entrega y generosidad con los más necesitados».
En este sentido, precisó que «las religiosas y religiosos están con los enfermos, con los ancianos, los desvalidos, en los colegios, no sólo entregando contenidos, sino también valores y formación para la vida. Han hecho una obra extraordinaria». En su alocución el pastor manifestó su gran esperanza en que Dios suscitará nuevas y santas vocaciones.
Finalmente, el obispo invitó a las religiosas a volcar la mirada a la Virgen María, a su testimonio de servicio a Dios y a los más necesitados, y a observar su ejemplo de sencillez. «La Santísima Virgen sigue siendo pedagogía de la vida cristiana», dijo.
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