Ciudad de México (Martes, 19-08-2014, Gaudium Press) Llega un nuevo año escolar, y qué mejor que iniciarlo con la bendición de Dios. Esta es la invitación que hace el Padre Sergio G. Román, sacerdote mexicano, en un artículo publicado por el Servicio Informativo de la Arquidiócesis de México (SIAME), para que los sacerdotes aprovechen el inicio del nuevo curso y bendigan a los alumnos en el año escolar que inicia dentro de poco.
Foto: Dominio Público |
«Sacerdotes, nunca neguemos una bendición y agradezcamos a Dios el que nuestro pueblo ame tanto las bendiciones (…) Bendigamos en toda ocasión porque somos ricos de las gracias de Cristo y tenemos que repartirlas para hacernos cada vez más ricos (…) Bendigan de manera especial a los niños, sobre todo ahora que regresan a clases», aconseja el Padre Román a sus hermanos sacerdotes.
«Ellos se les van a acercar cargando sus pesadas mochilas para pedirles que bendigan sus útiles escolares. Háganlo con alegría y benevolencia, animándolos a vivir su nuevo curso siempre en la presencia de Dios, de ese Dios que los ama y que nos dice que de ellos es el Reino de los Cielos», agrega el sacerdote, quien más adelante también destaca: «Da mucho gusto ver cómo en muchas parroquias hay ya una Misa especial para bendecir a los niños en su regreso a clases».
Pero el sacerdote no sólo aconseja a sus hermanos presbíteros, también invita a los padres de familia para que constantemente bendigan a sus hijos: «Qué hermoso sería que los papás recobraran la vieja costumbre de bendecir a sus hijos al acostarse o cuando salen de casa. Entre los campesinos de nuestra patria yo he visto a hombre hechos y derechos arrodillarse en plena calle para recibir la bendición de sus papás ancianos».
En este sentido el Padre Román recuerda que la Iglesia enseña que cada hogar es una Iglesia Doméstica, «la forma más sencilla y original de la gran Iglesia Universal», y que en el hogar «los papás representan a Jesús para enseñar a sus hijos el Evangelio con el ejemplo de la palabra, y para santificar a sus hijos con la oración familiar y con los Sacramentos de la Iglesia a los que los acercan».
Con información de SIAME.
Deje su Comentario