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Lima (Martes, 19-08-2014, Gaudium Press) En el programa radial Diálogo de Fe del sábado 16 de agosto, el Cardenal Arzobispo de Lima, Mons. Juan Luis Cipriani Thorne, reflexionó sobre la importancia de dar testimonio de la fe hasta la muerte, en el marco de la visita del Papa Francisco a Corea del Sur con ocasión de la beatificación de 124 mártires coreanos.
«Nos conmueve ver la visita del Papa a Corea del Sur. El motivo del viaje es la beatificación de 123 mártires junto con Pablo Yun Ji-chung, quienes con su muerte dieron testimonio de la fe y del amor a Cristo. Es muy bonito contemplar hoy cómo el Papa quiere resaltar que la Iglesia es un constante llamado a la pasión, muerte y resurrección. La Iglesia es una invitación a la vida eterna», expresó.
«No olvidemos que nuestra religión nació en 300 años de martirio. Pongamos la cruz de Cristo en el centro de nuestras almas, vidas y pensamientos. La vida con Cristo es de esfuerzo, de entrega, es una alternativa frente a ese mundo de hoy materialista», continuó.
Asimismo, el Cardenal Juan Luis recordó la importancia de los laicos en la Iglesia.
«A Corea llegó la fe por los laicos. Esto hace ver la importancia de la vocación a la santidad de los laicos. En Corea Jesucristo llegó a través de personas comunes y corrientes, no de sacerdotes ni de religiosas. La Iglesia tiene muchas luces en medio de la oscuridad, sigue siendo una tierra donde salen misioneros y mártires que anuncian a Cristo y a Maria santísima con mucha fe. No tengan miedo del sacrifico para ser fieles a esos valores que Cristo ha dejado en la tierra», señaló.
El martirio ordinario
El Arzobispo de Lima también recordó que todos los fieles vivimos un martirio ordinario en las dificultades que se nos presentan y tenemos que superar todos los días.
«Todos vamos por ese camino de ir poco a poco muriendo al pecado, a la mentira o al puro placer. El mártir entrega su vida porque cree en la eternidad. Es momento para que todos confirmemos los valores cristianos y los custodiemos aunque nos maten. Cuando te excluyen por razón de tus ideas o valores es una sociedad enferma. La gran mayoría va a tener un pequeño martirio en la salud, con una situación con tu esposa o con tus padres, situaciones muy duras», refirió.
«El camino de Dios es de salud y de enfermedad, pero si amas a tu mujer, a tus padres, a tus hijos, no hay piedras en el camino, porque hay un amor superior. Pero si no sigues el plan de Dios no habrá felicidad: si te divorcias, te buscas otra mujer, no vas a Misa porque la sientes lejana y empieza un abandono. Lo vemos muy de cerca: ¿cuántos hogares se rompen por cuatro soles?, o viene un dinero y corrompe a ese joven, o viene un señor que promueve la droga y se lleva a los hijos por el camino de la droga, o viene el espectáculo pornográfico y luego tenemos a los hijos viendo esa porquería», prosiguió.
Con información de la Oficina de Comunicaciones de la Arquidiócesis de Lima
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