¿Cómo saber si una parroquia está creciendo y se fortalece en su fe?

Redacción (Jueves, 21-08-2014, Gaudium Press) Una comunidad parroquial es la expresión más visible de la Iglesia, es el lugar donde se congregan diversidad de personas que se unen por una misma fe y están bajo la guía de un sacerdote, el párroco. Pero ¿Cómo saber si una parroquia está creciendo y se fortalece en su fe?

Hace un par de años el Obispo de Toulon, Francia, ofreció una interesante lista sobre los 7 criterios que se deben tener en cuenta para discernir si la parroquia está funcionando bien o saber si está creciendo, no sólo en número de fieles, sino en unidad. Compartimos a continuación las 7 pautas que brinda el prelado:

«Entre las numerosas actividades que desarrolla una parroquia ninguna es tan vital o formativa para la comunidad como la celebración dominical del día del Señor» / Foto: Iglesia en Valladilod.

1. El pastor tiene capacidad de delegar, es decir, cuenta con colaboradores formados y recurre a ellos. En este sentido hace un importante esfuerzo para formar a sus colaboradores.

2. El pastor discierne los dones de los demás y les hace dar fruto, preguntándose «¿qué dones y carismas tiene mi gente?». Y con ello organiza la comunidad de acuerdo con los dones y capacidades de cada quien.

3. La comunidad es alegre y se nota. El grupo mantiene el entusiasmo. Tiene capacidad de expresión alegre y huye de una estética moralizante. El gozo y la celebración van primero.

4. La comunidad cambia sus estructuras para adaptarlas al régimen de «Nueva Evangelización». El régimen de «Cristiandad» ya pasó y no tiene sentido mantener estructuras organizativas de esa época que no funcionan en la actual.

5. La comunidad cuida la belleza y la dignidad de sus celebraciones, sobre todo la Eucaristía, velando la sacralidad, la reverencia y el misterio que involucra el Sacramento Eucarístico.

6. La comunidad se organiza en grupos pequeños, células y grupos de «iglesia en casas». De acuerdo con Mons. Rey aquí está la clave del crecimiento de una comunidad parroquial, ya que es en estas pequeñas comunidades donde las personas reciben las enseñanzas y comparten sus inquietudes en materia de fe.

7. La comunidad irradia caridad hacia fuera y entre sus miembros. No basta con el servicio de Cáritas, anónimo. Debe ser una relación entre los miembros de la comunidad que se conocen y ayudan mutuamente, y eso se ve desde fuera.

Sin culto Eucarístico la parroquia se vuelve estéril

A estas pautas de Mons. Rey se podría añadir una de gran importancia, y es la centralidad y supremacía de la Eucaristía frente a todas las actividades que se desarrollen en una comunidad parroquial.

Tema que se explica con gran claridad en la Instrucción «El Presbítero, pastor y guía de la comunidad parroquial» de la Congregación para el Clero: «Sin el culto eucarístico, como su corazón palpitante, la parroquia se vuelve estéril. A este propósito, es útil recordar la carta apostólica Dies Domini: ‘Entre las numerosas actividades que desarrolla una parroquia ninguna es tan vital o formativa para la comunidad como la celebración dominical del día del Señor y de su Eucaristía’. Nada podrá suplirla jamás. Incluso la sola liturgia de la Palabra, cuando es efectivamente imposible asegurar la presencia dominical del sacerdote, es conveniente para mantener viva la fe, pero debe conservar siempre, como meta a la que hay que tender, la de regular la celebración eucarística».

Con información de Religión en Libertad y Vatican.va.