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Santiago (Lunes, 08-09-2014, Gaudium Press) Con gran alegría se vivó este domingo 07 de septiembre, el Día Nacional del Migrante, tradicional celebración que congregó a fieles de diferentes nacionalidades en la parroquia Latinoamericana, en Santiago. La celebración religiosa contó también con la presencia de numerosos cónsules presentes en Chile y representantes del Instituto Chileno Católico de Migración (INCAMI).
Con sus vestimentas típicas y banderas nacionales, los asistentes agradecieron a Dios por el don de la diversidad a través de la celebración eucarística que fue presidida por el Obispo Auxiliar de la Aquidiócesis de Santiago, monseñor Galo Fernández.
Junto con agradecer la presencia de tantos hermanos, el prelado dijo al inicio de la Santa Misa que «la experiencia de migrar de pueblo en pueblo la vivió también Jesús con su Palabra y nos recuerda el deber de acoger al hermano forastero cuando está fuera de su tierra, necesitando cariño y amor».
Y agregó: «Lo desconocido genera temores y donde hay personas, hay roces. En el misterio de Jesús está en acoger a nuestros pueblos diversos, acoger estas heridas y alertar sobre la xenofobia, el rechazo e indiferencia que a veces se vive».
Acogimiento e integración
Por su parte, el Padre Idenilso Bortolotto, vicepresidente ejecutivo de INCAMI, destacó que la finalidad de esta celebración es concientizar a todos los países sobre la importancia de los migrantes en cada territorio, y la necesidad de que como Iglesia podamos acogerlos.
«Los desafíos que se vienen son varios: desde los migrantes encontrar comunidades que sean acogedoras, sensibles y donde puedan integrarse, y desde nosotros como sociedad tomando conciencia que son personas, no números o simples trabajadores, que necesitan ser acogidos, recibidos e integrados», dijo.
En este mismo sentido, el secretario académico del Instituto, Delio Cubides, agregó: «Nos preocupamos de acompañar a nivel pastoral y social la realidad de los migrantes. Contamos con casas de acogida, donde se les acoge, capacita y se busca insertarlos en el medio laboral, a fin de contar con recursos que les permita cubrir sus necesidades. Junto a esto, buscamos que se cumpla la legislación laboral, informando tanto al empleador como al migrante de sus derechos y deberes».
Tras la eucaristía, la jornada concluyó con una muestra gastronómica y folklórica por parte de las delegaciones de cada país.
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