Manila (Lunes, 08-09-2014, Gaudium Press) Como testimonio de comunión y acatando el deber de «responder primero y principalmente con la oración acompañada de caridad y solidaridad» a las necesidades de los hermanos, la Conferencia de Obispos Católicos de Filipinas (CBCP) aprobó en su más reciente reunión de su Consejo Permanente la declaración de la Fiesta de la Exaltación de la Santa Cruz como Día Nacional de Oración por la Paz en Irak y Siria. «En todas nuestras Eucaristías en la fiesta de la Santa Cruz unámonos con nuestros hermanos y hermanas sufrientes, encomendándolos a Dios, quien es nuestra esperanza», solicitaron los prelados.
La Cruz de Magallanes, conservada en la ciudad de Cebú, Filipinas, guarda en su interior la cruz origina clavada en la tierra de Cebú en 1521 por el explorador portugués Fernando de Magallanes, al servicio de la Corona Española. Foto: Acey Puno. |
Los Obispos insistieron en que la oración es la forma más adecuada de aportar soluciones a las difíciles condiciones de seguridad y estabilidad en los países que atraviesan graves conflictos. «Oramos para que, incluso cuando muchos de ellos (los afectados por la violencia) no ven una salida a la miseria que los ha visitado, el Dios que abre senderos en medio del mar y rutas en el desierto haga un camino para ellos hacia el futuro que sólo puede ser un don suyo». Para cumplir este propósito, la Conferencia de Obispos solicitó a los prelados hacer obligatorio a todos los sacerdotes el ofrecimiento de las Eucaristías del día 14 con la intención señalada.
La decisión fue tomada el pasado 02 de septiembre y se aplicará el próximo día 14 de septiembre en que se conmemora esta solemnidad en el país, fecha en que también se realizará una colecta caritativa en beneficio de las víctimas de la violencia en esos dos países. Los Obispos recordaron las duras condiciones que deben enfrentar los cristianos, muchos de los cuales requieren asistencia en necesidades tan básicas como la alimentación y el alojamiento. «Debemos ser generosos», exhortaron los Obispos. «Nuestras propias necesidades aquí en Filipinas no nos excusa de la obligación cristiana de compartir con nuestros hermanos sufrientes en Irak y Siria desde nuestra propia necesidad».
Las ayudas que se recolecten en la jornada serán remitidas al Secretariado de la Conferencia de Obispos Católicos de Filipinas, que los transferirá de forma inmediata a las Nunciaturas Apostólicas (instituciones diplomáticas de la Santa Sede) en Irak y Siria. La comunicación de los Obispos, firmada por el Presidente de la CBCP, Mons. Sócrates Villegas, culmina con la cita del Evangelio de San Mateo: «En verdad les digo que, cuando lo hicieron con alguno de los más pequeños de estos mis hermanos, me lo hicieron a mí».
Con información de Conferencia de Obispos Católicos de Filipinas.
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