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| El atrio de la Basílica de Nuestra Señora del Monte Carmelo en Bandra, India, es adaptado para recibir a las multitudes de devotos. Foto: mountmarybasilicabandra.in |
Mumbai (Lunes, 08-09-2014, Gaudium Press) La inquietud devota que la Santísima Virgen despierta en multitud de habitantes de India fue destacada por el Cardenal Oswald Gracias, Arzobispo de Mumbai, India, en el día de la Natividad de Nuestra Señora, cuando los templos católicos reciben la visita de multitud de personas, incluso no católicas. La Basílica de Nuestra Señora del Monte Carmelo en Bandra es un ejemplo de esta extendida veneración: más de 50 mil personas no exclusivamente católicas acuden a las celebraciones religiosas, que comienzan desde las 5 30 de la mañana.
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| Mons. Nereus Rodrigues, Rector de la Basilica, durante una de las Eucaristías de la Novena de la Fiesta de la Natividad de la Santísima Virgen. Fotos: mountmarybasilicabandra.in |
«María trae armonía e integración», describió el Cardenal Gracias en su homilía de la mañana, según registró informativo Asia News. «Venerada por todos, Ella puede sanar las divisiones sociales, étnicas y religiosas». Esta expresión espontánea de veneración permite vislumbrar cómo sería el reinado de su amor materno en la sociedad india, «basado en la justicia, la paz y la dignidad», que alcanzarían también a «los últimos y los marginados de nuestra amada tierra natal».
La Iglesia en India, además de celebrar la Natividad de la Santísima Virgen, ha asociado esta fiesta a la reflexión sobre la dignidad de la mujer, declarando la fecha como Día de la Niña. Esto tiene una profunda repercusión en un país en el que se presentan graves situaciones de discriminación. Las niñas en India «son indefensas, muy discriminadas y vulnerables», expuso el Cardenal. «Su existencia es amenazada y a veces destruida a través del flagelo del feticidio femenino (aborto selectivo de niñas, muy extendido en el país) y el infanticidio», denunció. Los males también se presentan para las supervivientes, quienes corren un riesgo más alto de malnutrición y violencia doméstica. Ante esta dura realidad la Iglesia realiza un notable trabajo de Evangelización y de construcción de la sociedad. «María es nuestra esperanza para las niñas de nuestro país», declaró el purpurado.
El Cardenal Gracias culminó su predicación con una oración a la Santísima Virgen por «sus hijos que sufren intensas atrocidades en Irak y Siria». El Arzobispo indicó que «el corazón de nuestra Madre sufre por las víctimas de la injusticia, que se ha manifestado en todas sus degradantes formas».
Con información de Asia News.
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